Características de productividad lechera de un establo de Cañete, cuenca lechera de Lima, Perú
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Enero - Junio 2019
al obtenido por el estudio que realizaron
en EE. UU. Hare et al. (2006) reportando
47,8 meses y Rosales (2012) con una edad
promedio de 52,1 meses. Los resultados de
El Labrador indican que es un establo con
una población mayoritaria de vacas jóvenes.
Por Partos. En la Tabla 3 se puede apreciar
los resultados correspondientes a la edad
promedio, la cual se fue incrementando de
acuerdo al número de parto, encontrándose
la edad del primer parto a los 27 meses y el
octavo parto a los 126 meses. En la cuenca
lechera de Lima los siguientes autores
encontraron similares resultados de edad
promedio al octavo parto: Porras (1995),
120 meses y Rosales (2012), 125 meses. Sin
embargo, al comparar con el estudio de Hare
et al. (2006), se encontró 118 meses en el
octavo parto, siendo este resultado menor al
encontrado en el establo El Labrador.
Por Años. En la Tabla 4 se muestra los
resultados de la edad promedio a través de
los años donde se encontró una tendencia
creciente en líneas generales, pero con una
ligera disminución en los últimos años. En
la cuenca lechera de Lima, en un estudio
realizado por Rosales (2012) durante un
periodo de 8 años, se muestra una tendencia
decreciente anual, que se inició con una
edad promedio de 55,2 meses en 1995 y
nalizó con 50,4 meses en 2002. Hare et
al. (2006), en un periodo de 25 años, se
inicia con una edad promedio de 51,8 meses
en 1980 y naliza con una edad promedio
de 44,6 meses en 2004, manteniendo una
tendencia decreciente durante todos los años
del estudio.
A diferencia de los estudios anteriores,
que tuvieron una tendencia decreciente
anual, El Labrador tuvo una tendencia
creciente anual, esto se debería a que en el
año 2000 eran animales jóvenes de primer
parto que fueron desarrollándose hasta
alcanzar la madurez cercana a los 60 meses;
sin embargo, se puede observar que en los
últimos años se mantiene alrededor de los 50
meses, probablemente porque se comenzó a
eliminar las vacas adultas con problemas de
fertilidad y producción. En la Figura 9 se
observa la edad al primer parto entre el año
2000 y el 2010, lo que podría inuenciar
los resultados encontrados en el establo El
Labrador.
Periodo de seca
General. El promedio fue de 85,9 días, a 810
lactaciones de vacas Holstein, que parieron
entre los años 2000 al 2010 en el establo El
Labrador - Herbay en la localidad de Cañete;
el promedio hallado en el establo es mayor a
lo recomendado en la literatura convencional.
Rivas (2005) recomienda que los periodos de
seca no deberían ser inferiores a 45 días o
mayores a los 70 días para una recuperación
adecuada de la glándula mamaria. Sin
embargo, los resultados de El Labrador son
similares a los hallados por autores en la
cuenca lechera de Lima: García (1992), 80,0
días; Porras (1995), 84,7 días; Valera (1996),
80,0 días y Ruiz (2000), 82,0 días, Rosales
(2012), 70,0 días.
Por Partos. La Tabla 3 muestra los
resultados promedio de días de seca, según
el número de parto, del primero al octavo
parto. En El Labrador se encontró que la
menor duración del periodo de seca fue
previo al segundo parto, con 74,3 días, y
el de mayor duración fue la seca previa al
séptimo parto, con 126,1 días, observándose
una tendencia creciente conforme aumenta
el número de parto. Asimismo, se puede
apreciar que estos valores se encuentran
alejados de lo óptimo recomendado de 60
días de seca. Un periodo de seca largo no es
recomendable ya que, al permanecer mucho
tiempo como vacas secas, se corre el riesgo
que se sobrecondicionen y, al tener más
grasa en sus tejidos, se presentan problemas
reproductivos y productivos. En la Figura
10 se puede observar los resultados en
cuanto a tendencia para el periodo de seca
el cual aumenta a medidada que aumenta el
número de parto. Estos autores encontraron,
en la cuenca lechera de Lima, lo siguiente:
Porras (1995) halló en el periodo de seca
previo al segundo parto, 94,4 días y, en el
periodo de seca previo al décimo parto, 99,0
días; Valera (1996) encontró, en el periodo
de seca previo al segundo parto, 78,0 días y,
en el periodo de seca previo al décimo parto,
de 83,0 días; Rosales (2012) encontró, en
el periodo de seca previo al segundo parto,
61,0 días y, en el periodo de seca previa al
noveno parto, 91,0 días. Esos resultados
son similares a los nuestros, es decir, una
tendencia ascendente. Al análisis estadístico,
el efecto del número de parto en el periodo
de seca mostró diferencias altamente
signicativas (P<0,01).