Aspectos de la calidad de carne pH, color y textura entre bovinos procedentes de centros de engorde y viajeros
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Julio - Diciembre 2019
En la Tabla 3, se observa el efecto de las
horas de descanso (viajero vs engordado)
previo al faenamiento sobre el pH dentro
de cada edad dentaria (2, 4, 6 y 8 dientes),
donde se observa que el pH de las carcasas,
para todas las edades evaluadas, fueron
mayores en las carcasas de los animales
viajeros comparado con la de los animales
engordados (p < 0,05), con una ligera
diferencia mayor en animales de 8 dientes
permanentes. Ello indicaría que el efecto del
viaje en los animales inuye sobre el menor
descenso del pH durante la instalación
del rigor mortis, independientemente de
la edad de los toretes. Respecto al valor
encontrado en animales de 8 dientes (Figura
5), concuerda con lo indicado por Zimerman
(2008) y Grandin et al. (2015), quienes
mencionan que los animales mayores
son más susceptibles al estrés, ya que los
animales con menor edad son más adaptables
a los nuevos cambios porque están en una
etapa de aprendizaje.
Según Hargreaves et al. (2004), el
consumidor asocia la carne con un pH mayor
a 5,9 a un animal viejo; sin embargo, en el
estudio que realizaron le dan una mayor
importancia al factor estrés previamente
sufrido, más que a la edad propiamente dicha
del animal. Esto debido a que el estrés está
asociado a un mayor consumo de glucógeno
y si ello ocurre previo al faenamiento del
animal, el nivel de ácido láctico proveniente
de la glicólisis del glucógeno no llegaría a
niveles sucientes para reducir el pH a un
nivel óptimo, afectando así, negativamente,
la calidad de la carne.
Color
El color de la carne no fue inuenciado
por la interacción entre la edad dentaria y
los tratamientos (p<0,05), tampoco por la
edad dentaria de los animales evaluados
(p<0,05); sin embargo, se observaron
diferencias signicativas, en el color, entre
los tratamientos (p< 0,05).
En la Figura 6, se observa que el grado de
coloración de la carne de los viajeros resultó
ser más oscuro que el de los engordados
(p < 0,05), donde se estaría de acuerdo
con el criterio de que el estrés en vacunos
se maniesta con carnes duras, rmes y
secas (DFD por sus siglas en inglés: Dark,
Firm and Dry). Este color más oscuro en la
carne proveniente de los animales viajeros,
guarda relación con el mayor pH encontrado
en la carne comparada con los animales
engordados; afectando así negativamente
su calidad. Este resultado concuerda con
lo reportado por Homan (1988), quien
menciona que el pH tiene una inuencia
directa sobre el color, conociéndose a este
fenómeno como “corte oscuro” o DFD, que
se caracteriza por tener un pH alto a las 24
horas post mortem y un oscurecimiento en el
músculo (Hood y Tarrant, 1980).
En el presente estudio se encontraron
carcasas con un pH nal de 6,25, logrando
obtener carnes oscuras en animales viajeros;
al respecto, Warriss (1990), Grandin (1994),
Hernández et al. (2013) mencionan que
cualquier situación de estrés con un pH nal
por encima de 6,0 o 6,2 ocasionará colores
oscuros en la carne. Según Gallo et al.
(2003), entre los factores predisponentes de
corte oscuro en bovinos, existe una relación
positiva con el tiempo de transporte y el
descanso previo al faenamiento. Con ello
también concuerdan Frimpong et al. (2014),
quienes encontraron que el manejo de
ganado ante mortem, previo al faenamiento,
tiene efectos en la calidad de la carne, donde
la gran mayoría tuvo un pH mayor a 6,2 y
tenía “cortes oscuros” o DFD.
Cabe mencionar que las carnes DFD
se relacionan con el agotamiento de la
reserva de glucógeno en el músculo antes
del faenamiento, lo cual impide una caída
gradual del pH en esta etapa, obteniendo un
pH post mortem alto y con ello carnes DFD
(Moreno, 2003; Gallo et al., 2003; Gallo y
Tadich, 2008; Gallo, 2010; Warriss, 2010).