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Facultad de Economía y Planicación - UNALM
Uso de territorio e integración a la economía de mercado. Estudio de caso
en la amazonía boliviana
Cruz-Burga, Zoila.
1
Reyes-García, Victoria.
2
Alarcón Novoa, Jorge.
3
Paneque-Gálvez, Jaime.
4
Luz, Ana C.
4
Resumen
Los pueblos indígenas de América Latina tienen
problemas territoriales similares, en el sentido de
que se enfrentan a intereses políticos y económi-
cos que frenan la consolidación de sus derechos
territoriales. Se alega a menudo que los grupos
indígenas ya tienen sucientes tierras, que son
relativamente pocos para tanto espacio, o que
reclaman más de lo que son capaces de gestio-
nar. El presente estudio tiene como objetivo ana-
lizar, desde una óptica geográca y social el uso
que los tsimane´, un grupo indígena de cazado-
res-horticultores de la amazonia boliviana, hacen
de su territorio. El análisis se enfoca en señalar las
diferencias de usos del territorio en función del
nivel de integración a la economía de mercado de
las diferentes comunidades. Se utilizó información
geográca obtenida en el periodo 2008-2009
mediante un proyecto de mapeo participativo en
parte del territorio habitado por los tsimane’, así
como información socioeconómica procedente
de encuestas individuales llevadas a cabo en 32
comunidades tsimane’. Los resultados obteni-
dos evidencian que la densidad poblacional, la
ganancia de ingresos y la cercanía a carreteras y
caminos forestales están directamente asociados
a la supercie utilizada por la comunidad; mien-
tras que el grado de actividad comercial, desa-
rrollada por la comunidad y la cercanía de esta
al mercado, están inversamente relacionados
con el área total aprovechada. Nuestro estudio
remarca la importancia del conocimiento de las
áreas utilizadas y de cómo se relacionan con sus
actividades económicas y subsistencia en la pla-
nicación y ordenamiento del territorio indígena.
Palabras clave: Tsimane’, Bolivia, Amazonía, terri-
torios indígenas, SIG.
Clasicación JEL: Q23, Q24, Q57.
Abstract
Indigenous people in Latin America have similar
territorial problems, facing political and economic
interests that hamper the consolidation of their
territorial rights. It is often alleged that indigenous
groups already have enough land, that they are
relatively few for so much territory, or that they
claim more land than they are able to manage.
The present study aims to analyze, from a geogra-
phical and social perspective, how the Tsimané,
a hunter-horticulturalist indigenous group from
the Bolivian Amazon, use their territory. The study
focuses on potential differences in territory use
by the various communities, according to their
level of integration into the market economy. We
used geographic information obtained in 2008-
2009 by means of a participatory mapping project
carried out in part of the territory inhabited by the
Tsimané, as well as socioeconomic data from indi-
vidual surveys conducted in 32 Tsimané villages.
Results suggest that population density, income
and proximity to highways and forest roads are
directly associated with the total area used by the
community. On the contrary, commercial activity
and closeness to the market are inversely related
to the total area used. Our study highlights the
importance of knowing the areas used by Ama-
zonian indigenous peoples, and how they relate
to their subsistence and economic activities for
territorial planning and management.
Key words: Tsimane’, Bolivia, Amazon, indige-
nous territories, GIS.
1
Profesora Asociada, Facultad de Ciencias Forestales. Universidad Nacional Agraria La Molina: zcruz@lamolina.edu.pe.
2
Profesora de Investigación, ICREA e Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals, Universitat Autònoma de Barcelona.
3
Profesor Principal, Facultad de Economía. Universidad Nacional Agraria La Molina.
4
Investigador doctoral, Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals, Universitat Autònoma de Barcelona.
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Revista Natura@economía
1. Introducción
Desde la colonización europea de América,
los pueblos indígenas han sufrido y recla-
mado por la continua pérdida de acceso a
sus tierras y recursos naturales. Cada región
y cada pueblo indígena tiene su historia par-
ticular de estos ciclos de conicto y protesta
(Smith, 2003). A partir de la década de 1980,
los países de América Latina empezaron a
incorporar en sus constituciones disposicio-
nes sobre derechos de los pueblos indíge-
nas, especialmente en relación con la tierra
y el territorio (OIT, 2009). Estos avances en
política no signican necesariamente que
las disposiciones acordadas sean puestas
en práctica, pues como señalan algunos
autores (Stocks, 2005), no es fácil cambiar
más de 500 años de colonización y post-
colonización cuando el tema involucra algo
tan esencial como la tierra.
En el debate sobre los derechos de los pue-
blos indígenas sobre el territorio existen dos
posiciones contrarias. Por un lado, están los
que argumentan que los territorios indígenas
son tierras despobladas y no productivas. De
acuerdo con esta corriente, algunos políti-
cos, empresarios e investigadores ven en los
territorios indígenas oportunidades de inver-
sión y están a favor de la titulación individual
de los territorios y la creación de empresas,
las cuales ayudarían a controlar el territo-
rio, proteger los valores culturales y vencer
la pobreza (García, 2007; De Soto, 2009,
2010). La otra corriente de pensamiento
sostiene que el uso indígena del territorio es
de tipo extensivo (i.e., sustentable) y por ello
ayuda a la conservación de la biodiversidad,
a la vez que promueve el derecho de los indí-
genas sobre el territorio que tradicionalmente
han ocupado. En esta corriente se encuen-
tra un amplio grupo de investigadores que
arma que los pueblos indígenas, al vivir en
armonía con su entorno durante milenios,
han adquirido un conocimiento ecológico
tradicional que les permite conservar o usar
de manera más sostenible esos territorios y
sus recursos naturales (Toledo, 2003; Sobre-
vila, 2008).
No obstante, los proponentes de esta visión
también argumentan que el proceso de inte-
gración a la economía de mercado, así como
el aumento poblacional y la adquisición de
tecnologías más modernas están haciendo
que algunas sociedades indígenas tengan
usos más extractivos y destructivos del
medio ambiente (Redfort, 1991; Rudel et al.,
2002; Vadez et al., 2004; Godoy et al., 2005).
Estas dos visiones sobre los derechos de
los indígenas sobre el territorio han gene-
rado políticas nacionales diferentes. Así, la
primera ha promovido políticas que priorizan
la ocupación y utilización de los territorios
para nes productivos (e.g., hidrocarburos,
minería, centrales hidroeléctricas, concesio-
nes forestales, agricultura comercial a gran
escala), frecuentemente bajo una lógica
neoliberal (Pacheco, 2006; De Soto, 2009).
La segunda visión ha llevado a que diversas
instituciones apoyen a los pueblos indíge-
nas en la defensa de los derechos sobre sus
tierras (Chapín et al., 2005; (Assies, 2006)
Reyes-García et al., 2010).
A pesar de la importancia que para los pue-
blos indígenas tiene el uso de sus territorios
y de los recursos que en ellos se encuentran,
hasta el momento existen pocos estudios
que analicen el uso que los indígenas hacen
de su espacio con una óptica geográca
1
, y
menos aún que relacionen el uso del espacio
con variables socioeconómicas. En este tra-
bajo se aborda este tema analizando el uso
que hace la población tsimane’ de su terri-
torio. Especícamente, se analiza el aprove-
chamiento de recursos silvestres como caza,
pesca, extracción de productos forestales
1
Se reere a la consideración espacial y georeferenciada de las diferentes actividades cotidianas de los Tsimane´.
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maderables (PFM) y productos foresta-
les no maderables (PFNM), determinando
hasta qué punto la supercie utilizada por las
comunidades está relacionada con el nivel
de integración a la economía de mercado.
De esta forma, se desea saber si las comu-
nidades con mayores ingresos económicos,
mayor actividad comercial, mayor número de
hogares, y más cercanas al mercado utilizan
territorios más extensos. También se desea
comprobar si la presencia de carreteras o
caminos forestales está asociada a la super-
cie usada por la comunidad.
Entendemos que una mejor comprensión de
la relación entre supercie territorial utilizada y
las actividades económicas y de subsistencia
permitirá un mejor ordenamiento del territo-
rio tsimane’. Asimismo, permitirá la mejora
de estrategias de planicación y desarrollo
en un escenario en el que la necesidad de
espacio por las comunidades indígenas y
la intensidad de aprovechamiento sobre los
bosques puede ir en aumento.
2. Los Tsimane’ y su territorio
El pueblo tsimane’ (o chimane) está confor-
mado por unas 15.000 personas agrupadas
en aproximadamente 125 comunidades,
la mayoría ubicada en el departamento de
Beni, Bolivia. Tradicionalmente, los tsimane’
habitaban en las proximidades de los ríos
Maniqui, Quiquibey y Sécure, pero en la
actualidad se distribuyen también a lo largo
del eje carretero Yucumo-Rurrenabaque y a
lo largo de pistas madereras en concesiones
forestales (Reyes-García et al., 2012a). Asi-
mismo, las comunidades tsimane’ se ubican
en la actualidad en áreas con diferente tipo
de tenencia, incluyendo tierras indígenas
2 ,
áreas protegidas, concesiones forestales y
tierras privadas (Guèze, 2011).
El territorio indígena tsimane´ (TICH) fue reco-
nocido como tierra comunal en 1990; en
1996 fue establecida como tierra comunitaria
de origen (TCO)
3
y nalmente, en 2010, pasó
a llamarse territorio indígena originario cam-
pesino (TIOC)
4
. El TICH concentra la mayor
parte de la población tsimane’ y el 70% de
su supercie pertenece al municipio de San
Borja, en el Beni (Melgar, 2009). El TICH
abarca poco menos de 400.000 hectáreas,
y se extiende desde la base de los Andes
hacia los bosques tropicales del noreste de
Bolivia (Figura 1).
2
Tierras comunitarias de origen (TCO) presentes en esta zona de la Amazonía boliviana: territorio indígena chimane (TICH),
territorio indígena multiétnico del bosque de Chimane (TIM ), territorio indígena y parque nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) y
Pilón Lajas (Melgar, 2009).
Figura 1. Comunidades tsimane´ objeto de estudio incluyendo los regímenes
de tenencia de la tierra en los que se ubican
108
Revista Natura@economía
3
TCO: es un tipo de propiedad de la tierra que otorga a los pueblos y comunidades indígenas la propiedad colectiva sobre
sus tierras, reconociéndoles el derecho a participar del aprovechamiento de los recursos naturales renovables existentes
en ellas. El uso individual o familiar de estos recursos se rige por las reglas de la comunidad, de acuerdo a sus normas
y costumbres. Las tierras de una TCO no pueden ser revertidas, enajenadas, gravadas, embargadas, ni adquiridas por
prescripción (Ley del Servicio Nacional de Reforma Agraria, Ley N°1715).
Los tsimane’ varían con relación a su inte-
gración a la economía de mercado: algu-
nos tsimane’ son monolingües en lengua
tsimane´ y viven en comunidades práctica-
mente autárquicas, alejados del mercado
(ciudades de San Borja, Yucumo, etc.). Otros
tsimane’ también hablan bien el español y
viven en comunidades con gran inuencia
del mercado, en asentamientos más grandes
y accesibles por carretera (Reyes-García et
al., 2010). A pesar de estas diferencias, en
mayor o menor medida todos los tsimane’
siguen dependiendo de los recursos del bos-
que para cazar, pescar y recolectar produc-
tos. La agricultura de subsistencia continúa
siendo la principal actividad económica de
los tsimane’ (Reyes-García, 2001; Vadez et
al., 2008).
Uso del bosque y recursos naturales
El derecho de los tsimane’ al uso del territorio
y los recursos naturales depende del tipo
de tenencia de la tierra en el que viven. Las
comunidades asentadas en las TCO tienen
derecho a abrir áreas de bosque para hacer
cultivos, así como a cazar, pescar, y extraer
PFM y PFNM para su consumo. Si el aprove-
chamiento forestal es con nes comerciales,
han de tener aprobado un plan de manejo
y es el Gran Consejo Tsimane’ -el órgano
representativo político de los tsimane’- quien
lo aprueba. Las comunidades asentadas en
áreas protegidas y en concesiones forestales
pueden realizar actividades de subsistencia
pero no pueden extraer PFM y PFNM sin per-
misos
5
. Por último, las pocas comunidades
que se ubican en tierras privadas (haciendas)
no tienen derecho a utilizar los recursos natu-
rales y en estas áreas los indígenas suelen
trabajar para los hacendados (Guèze, 2011).
Actividades de subsistencia
La agricultura tsimane’ se caracteriza por el
uso de la roza-tumba-quema. Los cultivos
principales son el arroz, la yuca, el maíz, y el
plátano. Tradicionalmente, los tsimane’ uti-
lizan sus parcelas de cultivo un máximo de
tres años, tras los cuales dejan el terreno en
barbecho para ser reutilizado entre 5 y 30
años después (Huanca, 1999; Vadez et al.,
2008). Mientras tanto, los barbechos son
una fuente de leña, maderas para utensilios
e importante lugar de caza de roedores.
El consumo de los recursos naturales cubre
gran parte de las necesidades de subsisten-
cia de los tsimane’, además de ser una fuente
de ingreso monetario. Se ha determinado
que el 52,5% de los productos consumidos
por las comunidades proviene del bosque y,
de este porcentaje, el 36% corresponde al
consumo de proteína animal. Así, un hogar
tsimane’ típico puede consumir hasta unos
200 kilos de pescado y 150 kilos de carne
silvestre al año (Reyes-García et al., 2002).
Respecto al aprovechamiento de la fauna
silvestre, Apaza (2002) determinó que una
comunidad alejada del mercado local utili-
zaba un área de caza de 16.424 ha en com-
paración con un área más cercana que uti-
lizaba 1.945 ha. En otros estudios sobre la
caza en otras comunidades se determinó
que el área de uso puede variar desde 3.070
ha a 19.550 ha (Chicchón, 1994; Gutiérrez,
2005).
Actividades comerciales
Aunque los tsimane’ practican mayoritaria-
mente una agricultura de subsistencia, las
poblaciones de la parte central y la parte baja
del río Maniqui se caracterizan por comer-
cializar algunos productos agrícolas como
el arroz, el plátano, y otros productos (Lie-
berman, 2000; Pérez, 2001). La agricultura
comercial está orientada principalmente a
la venta de arroz. De acuerdo a los últimos
estudios, el área bajo este cultivo ha aumen-
tado signicativamente en los últimos años,
lo cual ha producido mayor deforestación
109
Facultad de Economía y Planicación - UNALM
en el área (Vadez et al., 2008). En promedio,
cada hogar abre al año 0,27 ha de bosque
para cultivar arroz, de las cuales 0,12 ha
son en bosque maduro y 0,15 ha de bosque
secundario (Vadez et. al., 2008).
Las comunidades tsimane’ ubicadas en la
parte superior del río Maniqui basan buena
parte de su economía en la venta de paños
elaborados a partir de la hoja de una palma
localmente conocida como jatata (Geonoma
deversa)
6
. Esta comercialización se realiza
de forma directa en la ciudad de San Borja
o a través de la venta o trueque con comer-
ciantes que visitan las comunidades tsimane’
con productos que traen de la ciudad. En la
actualidad y debido a la alta comercializa-
ción de este producto existen varias ONG
e instituciones que trabajan para promover
su manejo y comercialización de forma sus-
tentable.
La mara o caoba (Swietenia macrophylla)
es el PFM más importante y conictivo en
la zona, principalmente en el TIM, donde
los conictos entre empresarios madere-
ros, extractores ilegales e indígenas se han
sucedido durante décadas a pesar de los
varios intentos de desarrollar propuestas de
manejo integral del bosque. Otras maderas
comerciales en la zona son el cedro (Cedrela
spp.), el palo maría (Calophyllum brasiliense),
el roble (Amburana cearensis), el almendrillo
(Pouteria spp.), el verdolago (Terminalia spp.),
y el ochoó (Hura crepitans). Los tsimane’
frecuentemente trabajan como extracto-
res asalariados de madera o jatata para las
empresas madereras o para comerciantes
ilegales que entran en sus territorios.
Conictos por el acceso a los
recursos y territorio
Actualmente los principales problemas que
enfrentan los Tsimane’ son el reconocimiento
de sus tierras ancestrales y el acceso a los
recursos naturales en estas tierras. Si bien
en la última década los cambios legislativos
y de constitución han jugado un papel impor-
tante en la legitimización de los derechos de
los pueblos indígenas y sus territorios, en
la práctica sigue habiendo amenazas que
deben ser enfrentadas. Actualmente, una
de las mayores amenazas para el territorio
tsimane’ es la posibilidad de arribo a la zona
de un mayor número de migrantes colonos
que pudieran llegar como consecuencia de la
nueva política gubernamental de distribución
de tierras. Otros conictos por el territorio
también podrían deberse al mejoramiento
y construcción de caminos y carreteras, y
al desarrollo de industrias extractivas como
hidrocarburos y minería (Reyes-García et al.,
2012a; 2012b).
3. Métodos
El estudio evalúa 32 comunidades tsimane’,
de las cuales 19 se encuentran a lo largo del
río Maniqui y 13 cerca de caminos secun-
darios o en la carretera principal que va de
Yucumo a San Borja (ver gráco N° 1). Con
respecto a la tenencia de tierras, 26 comu-
nidades están en el TICH, dos en el TIM y
cuatro en la concesión forestal de la empresa
Fátima. La cobertura vegetal predominante
es de bosques densos verdes lluviosos,
tanto no inundables (i.e., terra rme) como
inundables, con uso principalmente forestal
y una pequeña parte, hacia el norte, cerca de
San Borja, Manguito y Tacuaral del Mato, de
uso silvo-pastoril (Superintendencia Agraria,
2001).
Mapeo participativo
El mapeo participativo se realizó durante
los años 2008 y 2009. La conducción del
proyecto y el levantamiento de información
de campo fue hecha por tres investigadores
de la Universidad Autónoma de Barcelona
(UAB, Barcelona, España) y cuatro técnicos
4
De acuerdo al Decreto Supremo Nº727 (2010) las TCO pasan a denominarse territorio indígena originario campesino (TIOC).
Un TIOC se dene como el territorio ancestral sobre el cual se constituyeron las tierras colectivas o comunitarias de origen
debidamente consolidadas conforme a ley y que ha adquirido esta categoría mediante el procedimiento administrativo ante
la autoridad agraria. Un TIOC podrá dar paso a la conformación de un gobierno autónomo indígena originario campesino
(Ley Marco de Autonomías y Descentralización Andrés Ibáñez, Ley Nº031), el cual deberá ser aprobado por ley y será reco-
nocido como una unidad territorial.
110
Revista Natura@economía
tsimane’. Se realizaron dos visitas a cada
una de las 32 comunidades con el n de 1)
realizar un taller para dar a conocer el pro-
yecto a los comuneros, así como las venta-
jas y desventajas del mapeo participativo; 2)
realizar mapas participativos en los cuales
los comuneros caracterizaban el territorio y
el uso que la comunidad hacía del mismo; y
3) realizar recorridos en campo para tomar
las coordenadas geográcas de los luga-
res dibujados en el mapa con el Sistema de
Posicionamiento Global (GPS). Los puntos
georeferenciados incluyeron 1) siografía
(e.g., ríos, lagos) e infraestructura de impor-
tancia (e.g., caminos, casas); 2) áreas con
usos determinados como campamentos
de caza y de pesca, áreas de extracción de
madera, parches de palmeras, árboles fru-
tales o especies medicinales; y 3) sitios de
importancia cultural e histórica como lugares
sagrados y sitios arqueológicos. La descrip-
ción detallada de la metodología seguida en
este trabajo se encuentra en Reyes-García
et al., (2012b).
Entrevistas
La información socioeconómica proviene
de entrevistas realizadas durante el mapeo
participativo. En cada una de las 32 comuni-
dades se realizaron entrevistas estructuradas
con un dirigente y se recogió información que
permitió caracterizar a las comunidades de
estudio (total de hogares en la comunidad,
principales actividades económicas, etc.).
Además, en cada comunidad se realiza-
ron de 3 a 27 entrevistas, dependiendo del
número total de familias en la comunidad,
seleccionadas aleatoriamente a partir de una
lista de hogares dada por el máximo dirigente
de la comunidad. Se entrevistó únicamente
al jefe de familia para recoger información a
nivel de hogar (i.e., número de integrantes,
grado de educación, ingresos por venta de
productos, principales actividades de sub-
sistencia, etc.). Se recogió, en total, informa-
ción de 360 hogares.
Análisis de datos
El análisis de datos se desarrolló en dos
partes. Primero, para caracterizar el uso
actual del territorio se determinó el área de
uso frecuente por comunidad y la distan-
cia promedio recorrida por los pobladores
de cada comunidad en sus actividades de
caza, pesca, extracción de PFM y PFNM.
Segundo, para analizar los factores o varia-
bles que tienen mayor inuencia en la exten-
sión del área de uso frecuente o en las distan-
cias recorridas; se planteó y utilizó un modelo
de regresión multivariado.
Determinación del espacio utilizado
Para hallar las áreas utilizadas en las diferen-
tes actividades y las distancias de aprove-
chamiento de las comunidades analizadas
se utilizaron 7.869 puntos georeferenciados
procedentes de la base de datos del mapeo
participativo. A partir de estos puntos se
determinó para cada comunidad: 1) el área
total utilizada, 2) las áreas utilizadas para
diferentes actividades de subsistencia, y 3)
las distancias recorridas para aprovechar los
recursos.
Las áreas totales de uso por comunidad
se calcularon con ARCGIS 9.3 utilizando el
método de envolventes convexos, el cual
solo considera los puntos externos de un
conjunto de puntos para delimitar un polí-
gono o área (ver gráco N° 2). En la deter-
minación de las áreas de aprovechamiento
total se incluyeron los puntos con informa-
ción relativa a todos los usos de cada comu-
nidad. Para la determinación de las áreas
destinadas a las diferentes actividades de
subsistencia (caza, pesca, extracción de
madera, y extracción de jatata), se siguió
la misma metodología pero tomando en
5
Sus actividades deben estar en conformidad con las normas establecidas en los planes de manejo de estas áreas (Regla-
mento de Áreas Protegidas Decreto Supremo N°24781; Ley Forestal Ley N°1700; Ley del Servicio Nacional de Reforma
Agraria Ley N°1715).
111
Facultad de Economía y Planicación - UNALM
cuenta únicamente los puntos referidos a
cada actividad. Adicionalmente, para esti-
mar las distancias de aprovechamiento de
los recursos de cada comunidad se utilizó la
extensión Network Analyst de ARCGIS 9.3.
Esta extensión permitió generar rutas ecien-
tes entre los puntos de extracción utilizando
los recorridos habituales de los pobladores
y determinar la distancia más próxima entre
sitios de importancia (i.e., centro de la comu-
nidad – punto de extracción del recurso). La
distancia entre cada comunidad y la ciudad
de San Borja fue estimada también con esta
metodología teniendo en cuenta las rutas
usualmente utilizadas por los pobladores.
3.2. Especicación del modelo
estadístico
Debido a que la unidad de observación y
análisis es la comunidad, se agregaron las
respuestas de las entrevistas de hogar con
el n de generar variables promedio en el
nivel de comunidad (32 comunidades). La
variable dependiente en nuestro modelo es
el área de aprovechamiento total utilizada
por cada comunidad, y las variables explica-
tivas utilizadas fueron distancia al mercado
principal (San Borja), número de hogares,
promedio de ingreso por hogar, ubicación
de la comunidad con respecto al río Maniquí,
y principales actividades económicas de la
comunidad (ver cuadro N° 1). La distancia
al mercado fue estimada a partir de las rutas
Variables Descripción Fuente de Información
Dependiente
Área total Superficie utilizada por la co-
munidad para el desarrollo de
sus actividades. Incluye áreas
de caza, pesca, recolección de
productos forestales maderables
y no maderables en hectáreas.
Determinada con ArcGis 9.3 a
partir de los puntos tomados con
GPS de la base de datos del pro-
yecto Mapeo Participativo 2008-
2009 (BDPMP) (n=32).
Explicativas
Distancia al mercado Kilómetros desde la comunidad
a la ciudad de San Borja vía río,
carretera o camino secundario.
Determinada con ArcGis 9.3 a
partir de los puntos tomados con
GPS de la BDPMP (n=32).
Hogares Número de hogares en la comu-
nidad.
Obtenida a partir de la BDPMP y
entrevistas a nivel de comunidad
(n=32).
Ingreso hogar Ingreso promedio de un hogar
de la comunidad en los últimos
tres meses antes de la entrevista.
Incluye ventas de arroz y jatata, y
trabajo asalariado.
(1 US$ = 7.00 Bs)
Obtenida de la BDPMP. Informa-
ción que proviene de entrevistas
en los hogares (n=360) agrega-
das en el nivel de comunidad
(n=32).
Influencia del río Ubicación de la comunidad con
respecto a la cercanía del río
Maniqui; se consideró que las
comunidades cuyo centro está
a menos de 2 km del río tienen
influencia (0=sin influencia; 1=con
influencia).
Determinada con ArcGis 9.3 a
partir de los puntos tomados con
GPS de la BDPMP.
Grado de actividad comercial Presencia de actividades eco-
nómicas comerciales. Se de-
finió utilizando las principales
actividades económicas de la
comunidad, considerándose a la
agricultura de subsistencia, caza
y recolección como actividades
no comerciales y a la agricultura
comercial, ganadería, venta de
madera y jatata como actividades
comerciales (0=no comercial,
1=comercial).
Obtenida de BDPMP y entrevis-
tas a nivel de comunidad (n=32).
Cuadro 1. Descripción de variables incluidas en el modelo estadístico
112
Revista Natura@economía
usualmente utilizadas por los pobladores
para llegar desde el centro de su comuni-
dad. La variable ingreso económico registra
el ingreso promedio de un hogar en la comu-
nidad en tres meses por ventas de arroz,
jatata y trabajo asalariado. El grado de activi-
dad comercial se estimó a partir de las entre-
vistas a 32 dirigentes de comunidad y mide
las dos principales actividades económicas
predominantes en cada comunidad. Se con-
sideraron como actividades no comerciales
la agricultura de subsistencia, la caza y la
recolección, mientras que la venta de madera
y jatata se consideraron como actividades
comerciales. Para estimar la asociación de
estas variables sobre el área utilizada por
las comunidades se desarrolló la siguiente
relación funcional implícita:
Donde
Y
i
es la supercie total utilizada por la
comunidad i.
X
1i
es la distancia de la comunidad i
a la ciudad de San Borja.
X
2i
es el número de hogares en la
comunidad i.
X
3i
es el ingreso promedio de un
hogar en la comunidad i.
D
1i
es una variable dicotómica que
permite evaluar las diferencias entre
comunidades cercanas al río Maniqui
versus comunidades no cercanas al
río. (0=sin inuencia, 1=con inuen-
cia).
D
2i
es una variable dicotómica que
evalúa diferencias entre comunida-
des con actividad comercial versus
las que tiene poca o nula activi-
dad comercial (0=no comercial,
1=comercial).
La estimación del modelo se realizó con el
software E-Views 7.0. Después de varias
especicaciones funcionales (entre las que
destacan la lineal, semi-logarítmica y doble-
logarítmica), así como el uso de algunos indi-
cadores de la bondad de ajuste (coecien-
tes de determinación, error estándar de la
regresión, prueba F múltiple y los coecien-
tes Akaike y Schwarz), se determinó que la
ecuación funcional que mejor representa el
ajuste a los datos disponible fue la función
doble-logarítmica siguiente:
4. Resultados
La ciudad de San Borja se encuentra a una
distancia promedio de las comunidades eva-
luadas de 53 km lineales o 98 km siguiendo
el recorrido por río o caminos. Las comu-
nidades asentadas en el río Maniqui están
ubicadas a una distancia media de 3,8 km
(DS=1,7) una de otra, mientras que las ubi-
cadas en caminos están a un promedio de
6,5 km (DS=1,1) una de otra. El número de
hogares por comunidad varía de 3 a 95, con
una media de 25 hogares. El número de
integrantes por hogar es en promedio seis
personas y el ingreso trimestral promedio
familiar proveniente de venta de arroz, jatata
y trabajo asalariado es de 858 bolivianos o
122,57 dólares americanos (ver cuadro N° 2).
113
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Cuadro 2. Estadística descriptiva de las variables analizadas (n=32 comunidades)
Variables Prom. DS Min. Max.
Área total (ha) 8.862,96 5.939,37 1.387,66 26.474,11
Área de caza (ha) 5.734,97 4.899,01 44,66 23.979,36
Área de pesca (ha) 5.324,31 4.299,00 33,46 18.366,86
Área de extracción de
jatata (ha)
1.168,94 1.233,03 0,00 4.762,41
Área de extracción de
madera (ha)
6.644,63 5.303,35 421,22 25.262,96
Distancia de caza (km) 6,42 3,33 1,32 19,76
Distancia de pesca (km) 5,52 2,09 1,83 9,76
Distancia de extracción de
jatata (km)
6,63 2,98 3,21 18,51
Distancia de extracción de
madera (km)
5,83 2,55 1,58 13,30
Distancia al mercado (km) 98,28 46,06 14,96 174,72
Número de hogares 24,50 22,35 3,00 95,00
Personas por familia 6,02 1,02 4,00 9,00
Ingreso trimestral (Bs) 857,88 559,73 110,00 3.032,08
Relación área/hogar 469,72 302,10 46,26 1.280,00
Relación área/persona 82,97 59,70 6,14 282,31
Espacio utilizado y distancias
recorridas
En promedio, las comunidades tsimane’
evaluadas utilizan un área aproximada de
8.863 ha (469,7 ha/hogar o 82,4 ha/per-
sona) en el desarrollo de sus actividades
de subsistencia (caza, pesca, extracción
de PFM y PFNM) (ver gráco N° 2). Es
importante resaltar que, por lo general, las
áreas de aprovechamiento determinadas
en cada comunidad son de uso múltiple,
es decir, que el mismo espacio es utilizado
para la extracción de diferentes recursos
y que entre comunidades cercanas se
observan áreas superpuestas en las zonas
de extracción.
En términos generales los tsimane’ utilizan
una mayor extensión para la extracción de
madera que para otras actividades produc-
tivas, siendo esta en promedio de 6.645 ha.
El área promedio de caza es de 5.735 ha
y de aprovechamiento de jatata es 1.289
ha. En cuanto a los desplazamientos por
los caminos, los tsimane’ recorren en pro-
medio distancias que van de 1,8 a 9,8 km
para la pesca, 1,6 a 13,3 km para la extrac-
ción de madera, de 1,3 a 19,8 km para la
caza y de 3,2 a 18,5 km para la extracción
de jatata (ver cuadro N° 2 y gráco N° 3).
114
Revista Natura@economía
Figura 2. Áreas de aprovechamiento total por comunidad
Resultados de la estimación
del modelo estadístico
En la aplicación del modelo de regresión
multivariado, cuatro de las cinco variables
propuestas (distancia al mercado, número
de hogares, grado de actividad comercial,
e inuencia del río Maniqui) están asociadas
signicativamente (5% de margen de error)
con el área total utilizada por comunidad. El
ingreso monetario utilizado también tiene una
asociación positiva con el área total utilizada
por la comunidad, pero con un margen de
error del 10%. Los resultados presentados
en el cuadro N° 3 fueron obtenidos mediante
el método de mínimos cuadrados ordinarios.
115
Facultad de Economía y Planicación - UNALM
Figura 3. Promedios de distancia recorrida por comunidad y por recurso.
De mayor a menor
Cuadro 3. Resultados de modelo de regresión doble logarítmica
Variable Coeficiente Error Estándar t-Estadístico Prob.
C (intercepto) 0,7174 1,5731 0,4560 0,6521
Distancia al mercado, en loga-
ritmos
1,1812 0,2472 4,7777 0,0001
Número de hogares, en logarit-
mos
0,9129 0,0938 9,7346 0,0000
Ingreso hogar, en logaritmos 0,2149 0,1189 1,8082 0,0822
Influencia del río -1,5518 0,2500 -6,2080 0,0000
Grado de actividad comercial -0,3451 0,1570 -2,1978 0,0371
R2 0,7833
R2 ajustado 0,7416 Media de la variable dependiente 8,8337
Error estándar de la regresión
0,3958
Desv. estándar de la variable dependiente 0,7787
Estadístico F 18,7935 Estad. Durbin-Watson 2,0312
Prob (Estadístico F) 0,00000
0
Tacuaral del Mato
Jamanchi 1 (por Fátima)
Aperecito
Anachere
Vishiricansi
Cuchisama
El Triunfo
Munday
Misión Fátima
Inanare
Moseruna (por El Triunfo)
Nuevo mundo
Cuverene
Yarand
a
Maraca
Cosincho
Puerto Yucumo
Jamanchi 1 (por El Triunfo)
Santa María
Cachuela
Buchi
Moseruna (por Fátima)
Yoreyo
Majal
Mara
Donoy
Boca Tsimane
Emeya
Catumare
Majsi
Uvasichi
Manguito
2
4
6
8
10
12
14
16
18
20
Caza
Jatata
Madera
Pesca
Distancia (Km)
Comunidades
116
Revista Natura@economía
De esta forma, los coecientes parciales del
modelo doble logarítmico indican que aque-
llas comunidades más distantes de la ciudad
de San Borja aprovechan mayor supercie
de bosques (con una elasticidad de 1,18%).
Tomando como referencia la distancia y
supercie promedio del área en estudio, un
aumento en la distancia de 1 km a San Borja
estaría asociado a un aumento en el área
utilizada de 104,5 ha. De forma similar, si el
número de hogares (por comunidad) fuera
1% mayor, en promedio, el área bajo uso se
incrementaría 0,91%, lo que signicaría que
incrementar la presión familiar en promedio
de 1 familia por comunidad estaría asociado
a un aumento de 322,6 ha en el área utilizada
(aproximadamente el 68% del uso actual por
familia). Asimismo, manteniendo las otras
variables constantes, un incremento del
ingreso en 1% está asociado con un incre-
mento del área utilizada en 0,2% (aunque un
incremento en el ingreso no necesariamente
se asocia con un mayor vínculo al mercado).
Por otro lado, los resultados de la regresión
con las variables dicotómicas indican que
las comunidades que tienen mayor dedica-
ción a actividades comerciales, en promedio,
utilizan menos de la mitad del área que las
comunidades que se dedican básicamente a
actividades de subsistencia. Nuestros resul-
tados también muestran que existe una aso-
ciación negativa entre la variable inuencia
del río Maniqui y el área utilizada. Así, las
comunidades cercanas al río utilizan en pro-
medio 34,5% menos territorio que aquellas
comunidades más inuenciadas por caminos
secundarios o carreteras.
En análisis no mostrado, también probamos
la asociación entre área total usada y 1) ubi-
cación de la comunidad (dentro o fuera de la
TCO tsimane’), 2) la cantidad de bienes de
mercado como escopetas y motosierras, y 3)
el número promedio de viajes realizados por
los pobladores a la ciudad de San Borja. Nin-
guna de estas variables resultó estar signi-
cativamente asociada a la supercie utilizada
por una comunidad y debido al pequeño
tamaño de muestra (n=32), omitimos estas
variables del modelo nal, atendido al prin-
cipio de “parsimonia” para los modelos de
regresión múltiple, es decir para no perder
grados de libertad (Gujarati y Porter, 2010,
pp. 42).
5. Discusión
En el presente estudio centramos la discu-
sión de nuestros resultados en tres temas.
Primero, la sobreposición de usos y usua-
rios en el territorio usado por los tsimane’;
segundo, la extensión e intensidad de los
usos del territorio, y por último, las implica-
ciones de nuestros resultados en la plani-
cación del territorio.
Sobre posición de usos y usuarios
En la determinación de las supercies de
aprovechamiento de las 32 comunidades
se observa claramente que existen varias
áreas que son aprovechadas para diferentes
nes y que a su vez son utilizadas por dife-
rentes comunidades. Este aprovechamiento
intensivo en determinadas áreas podría traer
como consecuencia una sobreexplotación
de los recursos utilizados y generar conictos
entre los propios comuneros. Asimismo, los
resultados presentados permiten visualizar
que varias de las áreas de uso frecuente de
los tsimane’ se encuentran fuera del ámbito
del TICH. Por lo tanto, sería conveniente que
esta información fuese tomada en cuenta en
las políticas o estrategias de ordenamiento
de territorio y de manejo de recursos natu-
rales en la zona.
Extensión e intensidad de los usos
del territorio
De acuerdo con nuestros resultados, no hay
evidencia de que las comunidades dedica-
117
Facultad de Economía y Planicación - UNALM
das a las actividades comerciales hagan un
uso más amplio del territorio; por el contrario,
las supercies aprovechadas en actividades
económicas como la agricultura comercial y
la extracción de jatata para la venta parecen
requerir menos área de bosque que activi-
dades de subsistencia. Esto se explicaría
porque las zonas que se utilizan para agricul-
tura y aprovechamiento de jatata son áreas
denidas. En el caso de la agricultura, por lo
general se desarrolla en un radio aproximado
de 2 km del área nucleada de la comunidad,
mientras que la jatata sólo crece en lugares
especícos donde encuentra condiciones
edácas y ecológicas adecuadas (Moraes y
Sarmiento, 1999; Montoya, 2001). Por tanto,
el uso para actividades comerciales se dife-
rencia del uso del territorio para actividades
de subsistencia extensivas, como la caza,
que al ser una actividad más oportunista, se
desarrolla en un territorio que puede variar
mucho, pudiéndose realizar cerca de los
campos de cultivo de la comunidad o hasta
20 km desde el centro de la comunidad. Otra
actividad extensiva es la extracción de made-
ras para sus diferentes nes como la leña, la
construcción, etc. Si bien la extracción de
madera tradicionalmente ha tenido un carác-
ter de subsistencia, actualmente también
tiene un matiz comercial, especialmente para
ciertas especies. De esta forma, la extracción
de maderas comerciales se vuelve una activi-
dad más selectiva y por la cual las distancias
recorridas y áreas para su extracción son
mayores que otras actividades, tomando en
consideración que gran parte de los bosques
de la zona ha estado sometida por décadas
a una constante extracción de las especies
más valiosas como la mara, la misma que en
la década de los años 1990 ya había pasado
de tener una densidad poblacional de 0,25 a
0,036 árboles por hectárea (Gullinson, 1996).
Por otro lado, aunque los datos recogidos
en este estudio no permiten hacer este aná-
lisis, se tendría que considerar que si bien las
actividades comerciales actualmente utilizan
menos espacio que la extracción de maderas
y la caza, estas podrían intensicar el uso de
determinada supercie, dado que, estudios
previos en la zona indican que para el caso de
agricultura áreas cercanas al centro poblado
son deforestadas para hacer nuevos campos
de cultivo. Vadez et al., (2008) determinaron
que la duplicación de la supercie sembrada
de arroz se asocia con un aumento del 26%
al 30% en la supercie de bosque eliminado
durante la próxima temporada agrícola; y en
el caso de la jatata, los ciclos de corta en
los jatatales son cada vez menores, con lo
cual se está afectando su regeneración y
reproducción (Moraes y Sarmiento, 1999).
Entonces, tenemos dos cuestiones impor-
tantes en el posible efecto del proceso de
integración al mercado sobre el territorio; por
un lado el área total utilizada, que es el tema
que analizamos en el presente artículo, y por
otro lado, la intensidad de uso de esta área,
aspecto que debe ser abordado en futuras
investigaciones.
Implicaciones para la planicación
del territorio
Los pueblos indígenas se enfrentan a los
cambios asociados con el desarrollo y al
crecimiento de su población. Estos cam-
bios incluyen modicaciones en los patro-
nes de asentamiento, en la forma de apro-
vechamiento de sus recursos naturales y en
sus prácticas agrícolas (Galvin, 2001). En el
caso de los tsimane’, si consideramos que el
número de hogares en cada comunidad está
asociado positivamente con en el espacio
de bosque utilizado al igual que con la cer-
canía a carreteras, que existe también una
asociación positiva entre las elasticidades
del ingreso real por hogar y la deforestación
(Godoy et al., 2009), y que en las últimas
décadas los tsimane’ han tenido una tasa de
crecimiento poblacional bastante alta para
118
Revista Natura@economía
los estándares rurales (Reyes-García, 2001),
nos encontramos ante un escenario en el
que la necesidad de espacio y la intensidad
de aprovechamiento sobre los bosques,
incluyendo su cambio de uso, será cada vez
mayor. De esta forma, tener en cuenta cómo
se desarrollan espacialmente las actividades
de los tsimane’ y cómo estas están relacio-
nan con factores demográcos o actividades
comerciales es importante en temas de pla-
nicación territorial, de gobernanza indígena
y en la defensa efectiva de su territorio.
6. Conclusión
Este estudio analiza el área de aprovecha-
miento territorial de 32 comunidades tsi-
mane’. Los resultados muestran que las
comunidades tsimane’ utilizan los bosques
y sus recursos más allá de los límites esta-
blecidos por el gobierno boliviano, lo que
indica que las TCO se otorgaron sin analizar
el territorio real usado por los tsimane`. Asi-
mismo, en el estudio se puede apreciar que
en el interior del TICH existen zonas de apro-
vechamiento de recursos comunes a varias
comunidades en las cuales se deberían esta-
blecer planes de manejo de los diferentes
recursos, para asegurar la conservación del
área y evitar futuros conictos entre comu-
nidades.
En relación con la hipótesis inicial del estudio,
no se ha podido corroborar una relación clara
y directa entre el vínculo de las comunidades
con el mercado local (ciudad de San Borja) y
un uso mayor de supercies de bosque. Es
decir, al contrario de lo que habíamos pro-
puesto, hallamos que las comunidades con
una mayor distancia al mercado mostraron
hacer un uso también mayor de las áreas
de bosque estudiadas. Por otro lado, si se
encontró que el tamaño de área utilizada está
asociada en forma positiva con el número de
familias de cada comunidad, con la cercanía
de la comunidad a caminos o carreteras, y
con el ingreso de un hogar promedio (aunque
esta variable ingreso no necesariamente se
vincula en forma plena con las actividades
comerciales, sino también con el trabajo
asalariado).
Finalmente, cabe la posibilidad de que las
comunidades más lejanas al mercado usen
mayores áreas de bosque pero con una
intensidad menor, pudiendo conservar mejor
la supercie bajo uso; mientras las comu-
nidades cercanas al mercado hacen usos
más intensivos de áreas más pequeñas afec-
tando más el área bajo aprovechamiento.
Sin embargo, esta es solo una hipótesis de
trabajo que requeriría ser comprobada con
datos más especícos.
Agradecimientos
Esta investigación se ha realizado dentro del marco del
proyecto “Conservación del Bosque Amazónico y Terri-
torios Indígenas: del conicto a la colaboración. Estudio
de caso en la Amazonía Boliviana” (BIOCON-06-106-07)
nanciado por la Fundación BBVA. Nuestro agradeci-
miento a la Fundación Carolina y a la Universidad Nacio-
nal Agraria La Molina (UNALM) por el nanciamiento y
licencias otorgadas.
119
Facultad de Economía y Planicación - UNALM
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