Natura@economía. Vol. 1, Nº 2, julio-diciembre 2013 (9-28)
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Resumen
El Parque Nacional Cumbres de Monterrey re-
presenta una zona de vital importancia por la
aportación de bienes y servicios ambientales
a la dinámica y sobrepoblada Zona Metro-
politana de Monterrey. Sin embargo, existen
procesos económicos y sociales que ejercen
una fuerte presión para su conservación,
que la hace vulnerable en el futuro cercano
1
.
En este trabajo se presenta un análisis para
2
instrumentar un mecanismo de Pago por
Servicios Ambientales Hidrológicos con la -
nalidad de incentivar su conservación y ase-
gurar la disponibilidad de agua potable para
los usuarios de las cuencas media y baja. Para
ello, se utilizaron los métodos de valoración
contingente, costo de oportunidad y costo
de restauración. Los resultados sugieren que
la sociedad es consciente de la importancia
del Parque y muestran una alta proporción de
participación a través de su disposición a pa-
gar para conservarlo.
1 Doctor en Sociología (Colegio de México). Profesor e
investigador en la División de Estudios de Posgrado de la
Facultad de Economía (Universidad Nacional Autónoma de
México – UNAM). Dirección postal: 70-545, UNAM, C.P. 04510.
Teléfono: 52-55-56521888 ext. 48983; e-mail: americo@servidor.
unam.mx
2 Doctor en Economía con especialidad en Economía
de los Recursos Naturales (Facultad de Economía, UNAM,
México). Profesor e investigador de la Universidad Autónoma
Metropolitana, Distrito Federal, México. Dirección Postal: Av.
Insurgentes Sur 4360, B-304, La Joya; Tlalpan, CP 14090, México
DF, México. Teléfono: 52-55-91776600; e-mail: satzcha@msn.
com
Palabras clave: Valoración Económica, Pago
por Servicios Ambientales Hidrológicos, Dis-
posición a Pagar, Sustentabilidad.
Clasicación JEL: Q59.
Abstract
3
The “Parque Nacional Cumbres de Monterrey”
is a region of vital importance given its contri-
bution of environmental goods and services
to the dynamic and booming Metropolitan
Area of Monterrey. However, there are eco-
nomic and social processes that exert strong
pressure on its conservation thus making
it vulnerable in the near future. This paper
analyses the implementation of a Payment
for Hydrological Environmental Services me-
chanism with the objective to provide incen-
tives for the regions preservation and ensure
water availability to the mid and low basins
consumers. Methods used for the analysis
presented are: Contingent Valuation, Cost of
opportunity and Restoration costs. The re-
search results suggest that society is cons-
3 Economista (Facultad de Economía, UNAM, México),
Asistente de consultor (Dr. Américo Saldívar V., UNAM)
“Benecios Económicos del Tratamiento de Aguas Residuales
en la Cuenca baja del Río Coatzacoalcos - Veracruz, México.
Dirección postal: Cahitas 35C, CTM Culhuacán II, C.P. 04440,
Coyoacán, México, D.F. Teléfono: 52-55-56221888 (anexo: 48983);
e-mail: adan_119@yahoo.com.mx
VALORACIÓN Y DEMANDA DEL SERVICIO
AMBIENTAL HIDROLÓGICO EN EL PARQUE
NACIONAL CUMBRES DE MONTERREY
Saldívar V., Américo
1
; Olivera V., S. Marcelo
2
; Isidro C., Adán
3
Fecha de recepción: 18-01-12 Fecha de aceptación: 05-06-2013
Saldívar, Américo; Olivera, Marcelo e Isidro, Adán
Valoración y demanda del servicio ambiental hidrológico en el Parque Nacional Cumbres de Monterrey
10
cious of the importance of the Parque and
has a high level of participation through peo-
ples inclination and willingness to pay for its
conservation. But the main obstacle to apply
the mechanism comes from political and ins-
titutional agencies.
Keywords: Economic Valuation, Payment for
Hydrological Environmental Services, Willing-
ness to Pay, Sustainability.
JEL Classication: Q59.
1. INTRODUCCIÓN
Tanto el Parque Nacional Cumbres de Monte-
rrey como la Zona Metropolitana de Monte-
rrey (en adelante, ZMM) se encuentran den-
tro de la cuenca del Río Bravo
4
, considerada
una de las más importantes de México, por
su relevancia económica, geográca, fronte-
riza, así como por su nivel de vulnerabilidad,
sobreexplotación y degradación del recurso
agua.
A raíz de la conformación en el año 2000 del
Consejo de Cuenca del Río Bravo y del Grupo
de Seguimiento y Evaluación, se detectó la si-
guiente problemática: a) escasez del recurso
agua; b) aumento de la demanda y creciente
competencia entre usos, usuarios y entida-
des federativas (por ejemplo, Nuevo León y
Tamaulipas); c) sobreexplotación y contami-
nación de cauces y acuíferos; d) ocurrencia
de fenómenos hidrometeorológicos extre-
4 Ésta se ubica en la franja fronteriza con Estados Unidos
de Norte América y abarca cuatro estados de la República
Mexicana: Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, con
una supercie, en la parte mexicana, de 226,280 km2.
mos; e) bajas eciencias en los usos agríco-
la y municipal; y f) insucientes sistemas de
medición de la cantidad y calidad del recurso,
entre otros (CONAGUA, Gerencia Regional Río
Bravo 2006, p. 9).
La Comisión Nacional de Áreas Naturales
Protegidas (en adelante, CONANP) señala
en el Plan de Manejo del Parque Nacional lo
siguiente: “El noreste de México se ha carac-
terizado por su progreso, con dominancia
de la actividad industrial, lo que ha derivado
en un dinámico cambio de uso de suelo que,
aunado al aprovechamiento irracional de los
recursos forestales, han modicado los ciclos
hidrológicos, el reabastecimiento de los man-
tos acuíferos, el hábitat natural de la fauna
silvestre y ha aumentado la pérdida de sue-
lo por erosión (CONANP, 2007, p. 9). Esto ha
traído aumento de temperatura, mayor tasa
de evaporación, baja precipitación pluvial y
por lo tanto, disminución del aporte de agua
al subsuelo y a las corrientes superciales. El
agua es el más importante servicio ambiental
que proporciona el Parque, por lo que la falta
de dotación del líquido elemento signicaría
cambios dramáticos en el bienestar de los ha-
bitantes de la Zona Metropolitana de Monte-
rrey (CONANP, 2007).
En relación al cambio de uso de suelo en la
ZMM, recientemente hay presiones urbanas
por mayores y mejores áreas de ubicación
para sus viviendas (que implica el fracciona-
miento de zonas residenciales), así como por
mayores áreas de esparcimiento para uso de
las empresas (como campos de golf, clubes
exclusivos y campos deportivos). Por su par-
te, en el medio rural de Cumbres de Monte-
Natura@economía. Vol. 1, Nº 2, julio-diciembre 2013 (9-28)
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rrey, el cambio de uso de suelo se presenta
por la expansión de la frontera agropecuaria,
la extracción de materiales para construcción
y la presión por actividades del turismo. En la
gura 1 se presenta los principales factores
de presión del uso de suelo en la región de la
Sierra Madre Oriental, donde se localiza Cum-
bres de Monterrey.
Se reconoce la gran importancia económica,
social y ecológica que tiene el Parque Cum-
bres de Monterrey, al brindar sus servicios
ambientales a la población y a la industria de
la ZMM. La CONANP (2007) señala que esta
área contiene la segunda mayor concentra-
ción de especies de pinos y encinos, y asimis-
mo que ocupa el segundo lugar en riqueza de
especies y endemismos para la ora fanero-
gámica (con unas 3,600 especies endémicas)
y el primer lugar en endemismos de avifauna.
Adicionalmente, la Comisión Nacional para el
Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CO-
NABIO) considera a esta área como de alto
valor para la conservación, ya que se presen-
tan zonas alternadas de bosques de pino y de
chaparral en buen estado de conservación;
también le asigna una categoría alta en su
función como corredor biológico ya que une
áreas de bosques templados con áreas más
secas al norte. Por todo lo anterior, su falta de
protección y cuidado acarrearía grandes da-
ños a la región en el mediano y largo plazos.
De esta manera, ante la problemática plantea-
da, en este estudio se considera que el mane-
jo de las cuencas hidrográcas constituye un
aspecto propicio para la gestión integral del
agua, mientras que el Pago por Servicios Am-
bientales Hidrológicos (en adelante, PSAH)
representa solo una de las muchas directrices
para lograr dicho objetivo. En tal sentido, los
objetivos de este estudio son:
Estimar y conocer la disposición a pagar (DAP)
por parte de los usuarios domésticos del agua
de la ZMM para contribuir a las actividades de
Figura 1. Procesos de Transformación de la Sierra Madre Oriental
Fuente: CONANP, 2007.
Saldívar, Américo; Olivera, Marcelo e Isidro, Adán
Valoración y demanda del servicio ambiental hidrológico en el Parque Nacional Cumbres de Monterrey
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conservación y/o mejoramiento de los ecosis-
temas forestales que mantengan o mejoren la
provisión de servicios ambientales hidrológicos.
Estimar el costo de oportunidad del uso del
suelo de las actividades económicas primarias
para la conservación del bosque en las zonas
rurales de Cumbres de Monterrey, así como el
costo de restauración del suelo forestal.
Denir una propuesta para el funcionamien-
to de un mecanismo de PSAH que incluya: el
instrumento de recaudación, la periodicidad
y medios de pago, así como la disponibilidad
de los gobiernos locales para participar en el
desarrollo del esquema propuesto.
2. REVISIÓN
BIBLIOGRÁFICA
Farley y Costanza (2010) señalan que el tema
del Pago por Servicios Ambientales (en ade-
lante, PSA) ha incrementado su popularidad
en la medida que representa una forma de
manejar los ecosistemas a través de los incen-
tivos económicos. Estos autores comentan
que los servicios ecosistémicos son esencia-
les, no sustituibles y la mayoría de ellos se
están volviendo escasos, por lo que implican
costos reales para su prestación. De ahí deri-
va la pertinencia de desarrollar mecanismos
adecuados para pagar por ellos.
Respecto al tema de la equidad y la eciencia,
como parte del debate entre los enfoques de
la economía ambiental y la economía ecoló-
gica, Farley y Costanza (2010) y Tacconi (2012)
retoman la discusión sobre qué mecanismo
de PSA es más apropiado. Desde la visión de
la economía ecológica, los esquemas de PSA
deben dar prioridad esencial a la no sustitui-
bilidad de los servicios de los ecosistemas,
especialmente aquellos cuya oferta es insu-
ciente para satisfacer las necesidades básicas
(Farley y Costanza, 2010, p. 2066). Los servicios
ambientales y su pago van mucho más allá de
una transacción coasiana, ya que dentro del
enfoque de la economía ecológica el interés
social, la sustentabilidad, la distribución, junto
con la conservación y el desarrollo rural, serían
más importantes que la eciencia económica
(Tacconi, 2012). En ambos planteamientos se
sugiere que se debe trascender la perspectiva
convencional de los economistas en el tema,
ya que se ha dado prioridad a esquemas de
PSA basados en el mercado, cuando es nece-
sario reconocer la complejidad inherente de
los ecosistemas y su sostenibilidad, así como
priorizar el tema de la justicia y equidad por
sobre la eciencia económica.
En relación a la disyuntiva entre mercado ver-
sus bienes públicos, se discute una contra-
posición por el hecho que los mercados son
sistemas de intercambio voluntario en el que
los precios son determinados por la interac-
ción de la oferta y la demanda, mientras que
los servicios que brindan los ecosistemas son
determinados por sus características físicas
y solo pueden abordarse considerando las
cuestiones de no-rivalidad y no-exclusividad.
En este sentido, existe una gran variedad de
servicios ambientales con la propiedad de
no-exclusividad, por lo que su libre acceso es
inevitable y la negociación de sus costos de
transacción en el mercado podría ser vasta.
De esta manera, no hay ninguna razón en par-
Natura@economía. Vol. 1, Nº 2, julio-diciembre 2013 (9-28)
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ticular para creer que un enfoque basado en
el mercado será más eciente que cuando no
lo es per se, y menos aún para creer que será
más sostenible y justo. Por esto, en lugar de
tratar de comercializar los servicios a través de
la creación de mercados, se tiene que aceptar
que se trata de bienes públicos, los cuales son
intrínsecamente no-excluibles, y puede tener
sentido para las instituciones el tomar la inicia-
tiva, de manera complementaria, en la medida
de lo posible, con esquemas mercantiles. No
es ninguna coincidencia que muchos de los
esquemas de PSA sean patrocinados por los
gobiernos (Farley y Costanza, 2010, p. 2065).
Referente a los temas de PSA, las institucio-
nes y la política pública, Kelsey, Kousky y Sims
(2008) apuntan que en los casos en que los
servicios de los ecosistemas sean bienes pú-
blicos, puede ser deseable la participación
de los gobiernos y así superar el tema del
free-riding a través de gravámenes a los be-
neciarios para recaudar fondos. Por su parte
Muradian, et al (2010) señalan la importancia
de no subestimar los factores institucionales
y de política económica al diseñar un meca-
nismo de PSA, considerando para ello tanto
los enfoques teóricos como las prácticas de
implementación del mismo.
En contexto de lo político, Kelsey, Kousky y
Sims (2008) recomiendan tener presente los
siguientes temas: a) los fondos disponibles
para comprar servicios de los ecosistemas de-
pende no sólo de su demanda, sino también
de la estructura del mecanismo de nancia-
miento; b) aunque los esquemas de PSA pue-
dan ser más rentables (usando el criterio de
costo-efectividad), su viabilidad política de-
pende del poder de aquellos grupos que so-
portan tanto los costos como los benecios;
c) las subvenciones existentes que son pro-
ducto de arreglos políticos pueden interferir
con los incentivos ecaces; d) los actores no
gubernamentales serán más ecaces cuando
sean un complemento de las instituciones
gubernamentales.
Finalmente, a partir de la puesta en práctica
de diversos esquemas de PSA en el mundo, se
han identicado ciertos temas en los cuales
debe centrarse la atención para desarrollar
y/o mejorar dichos esquemas. Al respecto,
Farley y Costanza (2010) señalan la importan-
cia de retomar los criterios de la Declaración
de Heredia sobre PSA referidos a: la certi-
dumbre de medir la provisión de los servicios
ecosistémicos, la denición apropiada de los
derechos de propiedad, la distribución equi-
tativa de los costos y benecios derivados de
la provisión de dichos servicios, el nancia-
miento sostenible y, la participación social,
entre otros.
Por su parte, Muradian et al (2010) comentan
que deben existir al menos tres condiciones
necesarias para que opere un esquema ge-
nuino de PSA: 1) denición clara del tipo y
conservación del uso de suelo; 2) que los usua-
rios tengan el derecho de terminar la relación
contractual (en tanto se trate de una transac-
ción voluntaria) y; 3) existencia de monitoreo
que asegure la provisión del servicio. Sin em-
bargo, no siempre se cumple alguna de estas
condiciones, además de que existe una gran
variedad de casos de PSA donde su éxito de-
pende grandemente del involucramiento del
Estado y de las comunidades locales.
Saldívar, Américo; Olivera, Marcelo e Isidro, Adán
Valoración y demanda del servicio ambiental hidrológico en el Parque Nacional Cumbres de Monterrey
14
3. METODOLOGÍA
Muchos de los recursos naturales son valo-
rados comercialmente, sin embargo, existen
otros atributos provenientes del medio am-
biente que difícilmente pueden ser evaluados
en términos crematísticos, como la calidad
del aire y los ujos de servicios de los ecosis-
temas (Freeman, 1993). Y dado que no existe
un indicador (precio) en el mercado que per-
mita negociar el valor que estos recursos tie-
nen, en muchos casos se hace un uso inade-
cuado de ellos. Azqueta (1994) clasica estos
bienes en: externalidades, bienes públicos y
recursos comunes.
En el caso de las funciones ambientales, para
llegar a estimar valores, se crearon diferentes
métodos de valoración, los cuales se clasi-
can en directos e indirectos. Los métodos de
valoración directos se basan en precios de
mercado disponibles. La fuente de informa-
ción se basa en parámetros de conductas ob-
servadas, como los precios pagados o gastos
efectuados en mercados convencionales ta-
les como cambio en productividad, pérdidas
de ganancia (por ejemplo, con efectos en la
salud) y costo de oportunidad. Por su parte,
con los métodos indirectos es posible inferir
el valor implícito de un bien, a través de pre-
cios pagados por otros bienes o servicios re-
lacionados con el mismo tales como: diferen-
ciales de salario, precios hedónicos (valores
de la propiedad), funciones de producción y
costo de viaje, entre otros.
Cada uno de los métodos usados en este es-
tudio, fueron seleccionados de acuerdo a la
disponibilidad de información, la restricción
de tiempo, además de que nos permitiesen
responder a las preguntas de investigación
formuladas y por lo tanto resolver adecuada-
mente los objetivos planteados.
3.1. Método de Valoración
Contingente
El Método de Valoración Contingente (MVC)
consiste en simular un mercado para un bien
o conjunto de bienes, que no lo tienen. Me-
diante encuestas a una muestra de usuarios,
se trata de averiguar la disposición a pagar
(DAP) por disponer de un bien ambiental. Esta
forma de medición permite una amplitud de
aplicaciones, desde el mercadeo hasta la va-
loración de bienes ambientales, pasando por
determinación de daños en bienes colectivos.
Esto constituye la principal ventaja del méto-
do, aunque simultáneamente la elaboración
del ejercicio enfrenta una notable compleji-
dad (Riera, 1994). La DAP resultante debe in-
terpretarse en su contexto, como el monto en
dinero calculado para un determinado grupo
objetivo, en las dimensiones de tiempo y es-
pacio, por lo cual predicciones más allá de los
valores monetarios obtenidos no tienen nin-
guna validez. Además, es necesario aclarar
que este valor de ninguna manera implica un
pago por parte del grupo y/o población ob-
jetivo.
Para el desarrollo de este método, se realizo
una encuesta en la ZMM en octubre de 2007,
con una muestra que cubre los requerimien-
tos metodológicos de acuerdo a la teoría
del muestreo aleatorio simple. Se aplicó un
cuestionario bajo la modalidad referéndum
Natura@economía. Vol. 1, Nº 2, julio-diciembre 2013 (9-28)
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(formato dicotómico), con las correcciones de
Hanemann, que requiere de los entrevistados
únicamente respuestas del tipo “sí” o “no, a
diferencia de métodos utilizados anterior-
mente que exigían repreguntar varias veces
hasta que el entrevistado cambiase el signo
de su respuesta. La variante aplicada tiene
enormes ventajas, porque elimina el sesgo
que inducen las repreguntas, además de que
tiene un menor costo de aplicación (Bishop y
Heberlein, 1979).
Hanemann (1984) y Cameron (1988) desarro-
llaron formulaciones teóricas del MVC que
permiten estimar cambios en el bienestar de
las personas. Hanemann formula el problema
como la comparación entre dos funciones
indirectas de utilidad. Cameron interpreta la
respuesta como una comparación entre la
cantidad de dinero sugerida en la encuesta
y la diferencia entre los valores dados por la
función de gasto evaluada con y sin posibili-
dad de acceso al bien público que se preten-
de valorar. McConnel (1990) demostró que las
porciones determinísticas de los dos modelos
sugeridos son duales entre sí. La diferencia
entre los dos enfoques es el momento en que
se agrega el término estocástico a las funcio-
nes.
En el presente estudio se privilegió el enfo-
que de Hanemann para la estimación de las
medidas de bienestar. Se usó la formulación
del modelo en su versión lineal múltiple, la
cual expresa la DAP como cambios en el ni-
vel de bienestar en función al monto de pago
(X) y las características más relevantes de la
muestra (X
i
) y un factor estocástico:
ΔV=α – βX – β
i
X
i
(1)
El proceso de cálculo de la muestra, se realizó
a través de la aplicación de un modelo multi-
nomiallogit, el cual fue signicativo y cumplió
con los test y restricciones estadísticas usuales.
Si bien el MVC ofrece ventajas, también pre-
senta debilidades (Mathews, 1995), entre ellas
que frecuentemente no muestra ser sensible
a la dimensión del bien ambiental (scope), la
que presenta sensibilidad al marco de refe-
rencia con el cual se formula la pregunta de
valoración hipotética, generando comporta-
mientos estratégicos en los entrevistados y el
consecuente sesgo en la respuesta. También
es sensible a la consideración de sustitutos y,
en muchos casos, los resultados no han sido
validados por otros métodos. Sin embargo,
en la década de los noventa fue discutida am-
pliamente la validez de los resultados de Valo-
ración Contingente (Riera, 1994), sobre todo
como una medición de desastres ecológicos
(y/o contaminación), que es utilizada ante tri-
bunales, a partir de una discusión ventilada
por expertos en el seno de la Comisión de la
NOAA (National Oceanic and Atmospheric Ad-
ministration, de los Estados Unidos). Actual-
mente en México se aplica este método para
medir la compensación por los daños produ-
cidos por el derrame de petróleo de la British
Petroleum en el Golfo de México (INE, 2012).
3.2. Costo de oportunidad
El concepto de costo de oportunidad se basa
en la idea de que los costos de usar un recurso
para propósitos que no tienen precios en el
Saldívar, Américo; Olivera, Marcelo e Isidro, Adán
Valoración y demanda del servicio ambiental hidrológico en el Parque Nacional Cumbres de Monterrey
16
mercado, o no son comercializados, pueden
ser estimados utilizando el ingreso dejado de
percibir por no usar el recurso en otras acti-
vidades productivas (denida como variable
proxy). Tal es el caso, por ejemplo, de preser-
var un área para un parque nacional en vez
de usarlo para nes agrícolas. Los ingresos
dejados de percibir en la actividad agrícola
representan, en este caso, el costo de oportu-
nidad del parque. Así, en vez de valorar direc-
tamente los benecios del parque, se estima
los ingresos dejados de ganar por preservar
el área. En este contexto, el costo de oportu-
nidad es considerado como el costo de la pre-
servación. En el presente estudio se denió
los ingresos promedio por las principales ac-
tividades que compiten por la conservación
del bosque, siendo el trabajo agropecuario la
principal actividad de la región.
3.3. Costos de restauración
Conservar o preservar un área natural implica
un precio o un costo económico. En el caso de
la restauración de ecosistemas se debe asig-
nar un precio de mercado, con lo cual, de ma-
nera indirecta, es posible cuanticar el monto
a pagar a los propietarios de los bosques ara
que realicen diversas obras de conservación
y manejo. Para este estudio, el costo por res-
tauración se estableció a partir de los criterios
de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR).
Dependiendo de las condiciones y el tipo de
ecosistema, así como de los precios de merca-
do de los insumos necesarios, es posible de-
terminar un precio en particular por hectárea
restaurada.
4. DEMANDA Y OFERTA
DE LOS SERVICIOS
AMBIENTALES
HIDROLÓGICOS
4.1. La demanda
El agua para uso doméstico siempre ten-
drá preferencia en el diseño de las políticas,
programas y normas administrativas que se
elaboren para la prestación del servicio pú-
blico de agua potable (Artículo 22 de la Ley
de Agua Potable y Saneamiento del Estado de
Nuevo León). En este sentido, al mes de junio
de 2007 se ofrecía servicio de agua potable
a 950,042 usuarios en la ZMM y a 178,667 en
los municipios foráneos, es decir, a un total
de 1’128,709 usuarios en el Estado de Nuevo
León.
La cuenca media y baja del río Bravo, que es
la que abastece de agua a esta zona, es ali-
mentada en gran parte por las estribaciones
por la sierra madre oriental, localizadas en
los estados de Nuevo León y Coahuila, en los
cuales se localizan 31 de los 50 acuíferos que
atienden las necesidades de agua potable
de cerca de 9 millones de habitantes. Parte
importante de esta subcuenca lo constitu-
ye el Parque Natural Cumbres de Monterrey
(CONANP, 2007).
Por otra parte, el agua consumida por la po-
blación en México está subsidiada, es decir
que las tarifas aplicadas no cubren los cos-
tos reales de extracción y distribución del lí-
quido. Agravantes del problema son la exis-
tencia de predios que no tienen instalados
Natura@economía. Vol. 1, Nº 2, julio-diciembre 2013 (9-28)
17
medidores para contabilizar el consumo de
agua, o que tienen pozos no registrados. Por
ejemplo, en 1998 en Monterrey, únicamente
el 77% del agua suministrada fue facturada,
el restante 23% no se cobró debido a la falta
de un medidor o por pérdidas en las líneas
de distribución. Los porcentajes más altos de
facturación se presentan en las tomas do-
mésticas, siendo en 1999 del 90%. De otra
parte, se cuenta por cientos el número de
pozos que funcionan sin los permisos y re-
gistros correspondientes.
4.2. La oferta
El Parque Nacional Cumbres de Monterrey es
una de las 128 Áreas Naturales Protegidas que
existen en México. Cuenta con una supercie
de 177,395 hectáreas y comprende 8 munici-
pios del estado de Nuevo León. Forma parte
de la región hidrológica de la cuenca alta y
media del río Bravo. Esta parte del territorio
de la cuenca constituye una de las regiones
con mayor escasez de agua y de acuíferos so-
breexplotados, amén de formar parte del de-
sierto chihuahuense. Para el 2005 se estimaba
una disponibilidad media anual apenas ma-
yor a 1,000m
3
de agua por habitante, y para
el 2030 se estima que sea de 900m3/hab/año
(CONAGUA, 2007). Ello ubica a esta región
como de alto riesgo y estrés hídrico.
De otra parte, gracias a su supercie forestal,
constituye la principal zona de recarga y abas-
tecimiento de agua para más de 4 millones de
usuarios que habitan en la ZMM. En la actua-
lidad, aparentemente, el mayor problema y
restricción en la distribución y suministro del
agua potable no es tanto su disponibilidad,
sino el gasto y su costo en energía para su ex-
tracción y transporte. El agua que se suminis-
tra a esta zona se extrae de fuentes super-
ciales y subterráneas. Actualmente, alrededor
del 55% del abastecimiento proviene de las
fuentes superciales, básicamente de las pre-
sas La Boca, El Cuchillo y Cerro Prieto, mien-
tras que las fuentes subterráneas aportan un
45% (Tabla 1). Esta relación se invierte según
la estación o temporalidad, ya que durante el
estiaje el 60% del gasto proviene de los man-
tos freáticos. Vale decir que las fuentes sub-
terráneas tienen un décit, resultado de una
reducida recarga de los mismos, que los sitúa
en una condición de sobreexplotación.
Si bien existe discusión sobre el volumen que
aporta Cumbres en la disponibilidad y los
abastecimientos hídricos de la ZMM, las opi-
Fuentes de Agua Potable Aportación (m
3
/s)
%
Subterráneas
Pozos 3.402 37.00
Galerías 0.637 6.93
Manantiales 0.138 1.50
Superciales Presas 5.018 54.57
Fuente: INEGI, 2002.
Tabla 1. Fuentes de Agua Potable de la Zona Metropolitana de Monterrey
Saldívar, Américo; Olivera, Marcelo e Isidro, Adán
Valoración y demanda del servicio ambiental hidrológico en el Parque Nacional Cumbres de Monterrey
18
niones más optimistas varían entre el 50% y el
70%. Ello permite inferir que, con excepción
de los pozos de Mina y Buenos Aires, el resto
de la extracción de agua subterránea depen-
de de la inltración del Parque Nacional Cum-
bres de Monterrey. Pero, independientemen-
te de cuál sea el porcentaje, consideramos
que la aportación del Parque benecia no
sólo a la ZMM, sino a todo el estado de Nuevo
León con su zona citrícola y aún a cuencas re-
gionales como la del Río Bravo.
Otros servicios ambientales identicados
dentro del Parque Cumbres de Monterrey
son: turismo, recreación, excursión y belle-
za escénica; resguardo y preservación de la
biodiversidad; prevención contra riesgos y
contingencias ambientales; provisión de ma-
terias primas y; otros servicios, tales como la
captura de dióxido de carbono en la atmósfe-
ra de la región a través del proceso de la foto-
síntesis por el que funcionan como esponjas
para limpiar el aire en la región y, sobre todo,
en la ZMM.
5. RESULTADOS
5.1. Disposición a pagar
La estimación de la DAP de la población de
la ZMM revela que la media de pago es de
seis pesos con ochenta centavos mensuales
(aproximadamente 0.60 céntimos de dólar
americanos), por lo que, aplicar un pago ge-
neralizado de cinco pesos por mes, por cada
toma domiciliaria sería aceptado por la po-
blación (ver Tabla 2).
De acuerdo a la modelación, se observa una
correlación entre el nivel de estudios, el co-
nocimiento de los servicios ambientales y la
DAP por la conservación del bosque, es decir,
a mayor nivel de estudios o conocimiento de
la problemática ambiental mayor disposición
a pagar por la conservación del ambiente.
Otro resultado interesante del modelo es la
importancia de la forma de pago, la cual tiene
relación con el grado de conanza de la po-
blación en el organismo operador del servicio
de agua potable de la ciudad de Monterrey.
De acuerdo con los datos obtenidos, en nú-
meros redondos el padrón de beneciarios de
los servicios hidrológicos alcanza un millón
de usuarios o familias (con servicio medido),
incluyendo pequeñas industrias y servicios.
A partir de la consulta realizada, se encontró
que los usuarios estarían dispuestos a aportar
una cuota voluntaria con una periodicidad
mensual, a través del recibo de agua potable.
La justicación por la que se determinó este
instrumento de recaudación obedece a tres
razones: la conanza hacia el organismo ope-
rador de Agua (el Servicio de Agua y Drena-
je de Monterrey) en la administración de los
recursos y en el servicio del agua brindado;
el hecho que represente un instrumento e-
ciente en términos de recaudación para la
conformación del fondo de conservación de
Cumbres de Monterrey; y nalmente, el he-
cho que garantizaría el nanciamiento del
fondo en el largo plazo.
5.2. Costo de oportunidad
Las principales actividades económicas que
Natura@economía. Vol. 1, Nº 2, julio-diciembre 2013 (9-28)
19
plantean una amenaza a la cobertura vege-
tal del Parque Cumbres de Monterrey son las
agrícolas, ganaderas y forestales. En la agri-
cultura, los principales cultivos anuales en el
área de la montaña Cumbres de Monterrey
son maíz, fríjol, trigo, avena forrajera, cebada,
sorgo y sorgo forrajero. Por su parte la agri-
cultura perenne tiene nes comerciales, pro-
duciéndose manzana, nuez, aguacate, duraz-
no, ciruela, chabacano, pastos y cítricos.
En el caso la actividad ganadera, de las 1,394
Unidades de Producción Rural (UPR) con acti-
vidad agropecuaria existentes en la Montaña,
1,152 tienen una producción ganadera, (lo
que representa el 82%), de las cuales solo el
30% vende su producción (Mejía 2003, p. 28),
lo cual permite armar que, en su mayoría, la
producción ganadera está dedicada a la sub-
sistencia y el ahorro.
En el presente estudio, el monto promedio
por el que los agricultores estarían dispues-
tos a cambiar el uso de suelo a la conserva-
ción de sus predios es de $5,952/hectárea, lo
cual indica que la competencia es muy seria
frente a otros usos alternativos, lo que es aún
más marcado si consideramos el tema del cre-
cimiento de la “mancha urbana en la región
(ver Tabla 3).
5.3. Costos de restauración
Dependiendo de las condiciones y el tipo de
ecosistema, así como de los precios de mer-
cado de los insumos necesarios, es posible
determinar un precio por hectárea restaura-
da. En la Tabla 4 se muestra que en el caso de
los ecosistemas árido y semiárido, así como el
templado frío, que son los representativos en
Cumbres de Monterrey, el valor puede ascen-
der a $5,161 y $9,485 respectivamente.
Resultados del Modelo Mutinomial Logit
Variable Coeciente
Intercepto 148.7667
Oferta de pago
-21.95691
(-20.85)
Nivel de estudios
-1.032551
(-2.45)
Conocimiento de los servicios ambientales
-20.31294
(-37.01)
Forma de pago de la Contribución
-18.24712
(-3.94)
Pseudo R
2
0.9662
Disposición a pagar (expresada en pesos) 6.80
Fuente: Elaboración con datos propios.
Tabla 2. Disposición a pagar para la conservación de Cumbres de Monterrey
Saldívar, Américo; Olivera, Marcelo e Isidro, Adán
Valoración y demanda del servicio ambiental hidrológico en el Parque Nacional Cumbres de Monterrey
20
El monto de los costos de restauración men-
cionados considera diversos componentes o
conceptos, como los costos de producción de
las plantas necesarias para cubrir una hectá-
rea, los costos de transporte de las mismas,
la asesoría técnica y los costos por concepto
de pago de jornales para plantar y realizar las
obras de conservación de suelo y agua.
6. DISCUSIÓN
El reto de conciliar la participación de todos
los actores involucrados (usuarios, proveedo-
res, gobierno, instituciones no gubernamen-
tales y sociedad en general), es uno de los
más importantes en el diseño e implementa-
ción de un mecanismo de PSA. En el caso es-
tudiando, a pesar que se encontró viabilidad
económica y social por parte de los usuarios
domésticos del agua en la ZMM, para imple-
mentar un mecanismo de este tipo, el tema
de la voluntad política de los gobiernos muni-
cipal, estatal y federal, en términos generales,
no se ha manifestado en un claro y decidido
interés en incorporar el tema de la sustenta-
bilidad en las políticas públicas de oferta y
gestión del agua.
Se entiende que tanto la implementación
de un nuevo canon del agua así como su ad-
ministración no es tarea fácil, e inclusive se
muestran abiertas reticencias y objeciones de
parte de las autoridades locales para realizar-
lo. Esto permite considerar que se trata de un
tema de negociación política, de convenci-
miento y, sobre todo, de la aceptación de una
nueva cultura del agua tanto de los habitan-
tes de la ZMM como de los distintos niveles
de gobierno.
La participación incluyente y participativa de
todos los actores involucrados resulta una ta-
rea importante. El que los ecosistemas ofrez-
can un conjunto de servicios, muchos de los
cuales son intrínsecamente no-excluibles,
puede tener sentido para que las institucio-
Concepto Valor del costo de oportunidad
Sector agrícola ($/hectárea)
Maíz 373.0
Hortalizas 412.5
Manzana 7,344.0
Nuez 15,681.5
Sector ganadero Promedio anual de venta ($)
Ganado caprino 2,840.0
Ganado bovino 5,113.0
Sector forestal Promedio anual de venta ($)
Leña 942.0
Fuente: Elaboración a partir de estimaciones propias.
Tabla 3. Ingresos por actividades agropecuarias en Cumbres de Monterrey
Natura@economía. Vol. 1, Nº 2, julio-diciembre 2013 (9-28)
21
nes tomen la iniciativa, complementados, en
la medida de lo posible, con esquemas de
mercado. No es ninguna coincidencia que
muchos de los esquemas de PSA sean pa-
trocinados por los gobiernos (Farley y Cos-
tanza, 2010). En este sentido, los esquemas
de PSA serán más ecaces cuando formen
parte de un conjunto coherente de políticas
para abordar el uso y manejo de ecosiste-
mas. Por el contrario, serán menos efectivos
cuando otros instrumentos de política estén
proporcionando incentivos contrapuestos ta-
les como subsidios en el consumo de agua y
energía o cuando la legislación que controla
la asignación sea inexible (Farley y Costanza,
2010, p. 2061).
En el caso planteado para Cumbres de Mon-
terrey se encontró que puede ser factible el
desarrollo de un mecanismo de PSAH en una
modalidad mixta con la participación tanto
del Estado como del mercado. Esto es posi-
ble ya que los gobiernos pueden gravar a los
beneciarios para recaudar fondos para las
políticas de PSA, aunque con posibles conse-
cuencias distributivas de economía y política
(Kelsey, Kousky&Sims, 2008, p. 9468.)
Tabla 4. Costos de restauración por tipo de ecosistema
Concepto
Ecosistema
Templado
frío
Árido y semiárido
con reforestación
Árido y
semiárido
con siembra
directa
Densidad de plantación (plantas/hectárea) 1,600.00 900.00 -
Costo de producción por planta ($/planta) 1.30 1.00 -
Producción de planta para reforestación inicial o semilla
para siembra en el caso de árido y semiárido ($/hectárea)
2,080.00 900.00 500.00
Producción de planta para reposición ($/hectárea) 832.00 360.00 -
Manejo de planta (carga, transporte y descarga) ($/
hectárea)
487.00 487.00 -
Obras de restauración (control de la erosión) o preparación
del terreno para reforestación, o mejoramiento de ujos
hídricos, desazolve de manantiales ($/hectárea)
3,500.00 - 3,500.00
Jornales para reforestación ($/hectárea) 1,280.00 720.00 200.00
Jornales para reposición de planta ($/hectárea) 512.00 288.00
Asesoría técnica ($/hectárea) 300.00 300.00 300.00
Mantenimiento (control de malezas, fertilización, protección,
entre otros) ($/hectárea)
494.00 2,106.00 661.00
Total 9,485.00 5,161.00 5,161.00
Fuente: CONAFOR.
Saldívar, Américo; Olivera, Marcelo e Isidro, Adán
Valoración y demanda del servicio ambiental hidrológico en el Parque Nacional Cumbres de Monterrey
22
Adicionalmente, Muradian et al (2010) coin-
cide junto con otros autores en que se debe
dar una visión alternativa a la visión coasiana
de los esquemas de PSA dada la ausencia de
mercados, además de los altos costos de tran-
sacción entre proveedores y usuarios del ser-
vicio, para que se logre el óptimo paretiano.
Farley y Costanza (2010) retoman el papel de
la adaptación de las instituciones con la nali-
dad de tratar adecuadamente los servicios de
los ecosistemas y las compensaciones entre
los servicios a n de que sus contribuciones
al bienestar humano puedan ser sostenidas
y mejoradas. Los sistemas de PSA pueden ser
un elemento ecaz en estas instituciones.
Como puede apreciarse, el análisis de los
esquemas sobre PSA se apoya en los meca-
nismos de cooperación, la mediación de las
instituciones, los derechos de propiedad, el
marco legal, así como las percepciones y los
valores sociales. En nuestro estudio, hemos
visto que estos factores están presentes; si
bien no incluimos el factor jurídico-legal,
este es imprescindible a efectos de asegurar
la permanencia del esquema dentro de un
pacto voluntario-normativo. Retomando los
elementos de análisis anteriores, se propone
el siguiente esquema para la implementación
de PSAH en la ZMM.
6.1. Mecanismo de operación
del PSAH
En el caso de México se han observado dos
momentos que vale la pena aclarar. Primero,
el esquema se desarrolla gracias al impulso
institucional: la Comisión Nacional del Agua
(CONAGUA) aporta un fondo “semilla con
más de 200 millones de pesos a partir del año
2001 para que la Comisión Nacional Fores-
tal (CONAFOR) los administre como subsidio
para conservación forestal. Después, se le
agregan los llamados “fondos concurrentes
con aportaciones de otras instituciones de
los distintos niveles de gobierno e interna-
cionales. En nuestro caso, se sugiere un tercer
momento, el cual incorpore a los usuarios del
agua con la nalidad de hacerlos correspon-
sables en el tema de la conservación de los
ecosistemas y también para desmontar de
manera paulatina los subsidios centralizados.
De esta manera, para la conservación del Área
Natural Cumbres de Monterrey se proponen
dos alternativas o modalidades, dependiendo
del origen de los recursos: formar un fondo
a través del cobro directo a los usuarios con
DAP voluntaria y; cobrar a través del pago
por derechos del agua a los organismos ope-
radores municipales y/o a través de los títulos
de concesión de agua a empresas. En ambas
modalidades deben separarse de manera cla-
ra el pago o compensación por conservación,
de las tarifas por el suministro de agua.
El diseño del fondo y la propuesta de distri-
bución de los recursos con DAP voluntaria, se
propone que sea a través de un consejo de
administración integrado por representan-
tes de las siguientes instituciones: Congreso
Local del Estado de Nuevo León; Organismos
desconcentrados de la Secretaría de Medio
Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT)
en el Estado de Nuevo León como la Comi-
sión Nacional del Agua (CONAGUA), el CONA-
FOR y la CONANP, asimismo del gobierno
del Estado (Agencia de Protección al Medio
Ambiente del Estado de NL), del Servicio de
Agua y Drenaje de Monterrey; Gobiernos Mu-
nicipales de la ZMM; Representación civil y
Organizaciones no Gubernamentales (Prona-
Natura@economía. Vol. 1, Nº 2, julio-diciembre 2013 (9-28)
23
tura, Guardianes de la Huasteca, Parque Chi-
pinque, etc.); de la Universidad Autónoma de
Nuevo León y del Instituto Tecnológico y de
Estudios Superiores de Monterrey (ITESM).
Para la distribución de los recursos obtenidos
por el PSAH (ver Tabla 5) se recomienda:80%
en pago a los oferentes de servicios ambien-
tales (conservación y manejo del bosque); 2%
a una evaluación anual de los resultados y a
la eciencia del manejo del fondo; entre 5% y
7% para la administración del fondo (gastos
operativos y administrativos del fondo), de
acuerdo al tamaño del monto; 2% para nan-
ciar estudios e investigaciones relacionados a
impactos económicos, sociales y ecológicos
del fondo en la cuenca baja del Río Bravo; en-
tre 3% y 4% para asesorías legales en relación
a disputas o problemas relacionados al uso de
suelo y tenencia de la tierra y; 5% para publi-
citar en medios masivos de comunicación, la
importancia ecológica y socioeconómica del
Parque Nacional Cumbres de Monterrey y la
necesidad de generar recursos por los usuarios
para su conservación.
En el caso de la administración de los recursos
se propone la creación de un fondo cuyo ob-
jetivo central sea promover, ejecutar y evaluar
acciones de conservación y preservación de
los recursos de Cumbres de Monterrey (y en
futuro cercano a nivel de la cuenca). Asimis-
mo, crear un órgano autónomo y manejado
por instancias locales. Además, la generación
de recursos nancieros propios y sostenibles
en el largo plazo. Finalmente, la formulación y
aplicación de una ley orgánica con personali-
dad jurídica propia (Tabla 5).
Adicionalmente, es posible modicar el pago
por derechos del agua. En este caso, se reque-
riría de una modicación de la Ley Federal de
Derechos a efecto que, sobre los pagos actua-
les por concepto de tarifas se cargue entre un
10% y 12% adicional. Esta cuota se etique-
taría como uso exclusivo para el fondo de
conservación de Cumbres de Monterrey en
primer término y se podría extender a nivel
de la cuenca en el mediano plazo.
La administración del fondo propuesto po-
dría hacerse a través de un Fideicomiso de tu-
tela local, el mismo que expresaría el interés
de la federación para ir al encuentro de las ne-
cesidades locales y regionales en términos de
la conservación y preservación de un recurso
escaso que es de interés nacional. Los montos
recaudados por dicho deicomiso permitirían
pagar por la conservación del bosque y el so-
tobosque de alrededor de 100 mil hectáreas
en la región de Cumbres de Monterrey, para
realizar labores de restauración en las áreas
degradadas.
7. CONCLUSIONES
El Parque Cumbres de Monterrey representa
una fuente importante para la provisión de
servicios ambientales hidrológicos para la
ZMM. Sin embargo, el cambio de uso de sue-
lo debido a la presión del crecimiento demo-
gráco, así como las actividades económicas
propias de la región, ponen en peligro la pro-
visión de estos servicios para la población. En
este sentido, el reto para conciliar la oferta con
la demanda del agua en esta región, plantea
la necesidad de realizar mayores esfuerzos
para asegurar la disponibilidad, preservación
y sustentabilidad del recurso, garantizando
Saldívar, Américo; Olivera, Marcelo e Isidro, Adán
Valoración y demanda del servicio ambiental hidrológico en el Parque Nacional Cumbres de Monterrey
24
su abastecimiento para los diferentes usos
y las futuras generaciones. En esta línea de
preocupación, un esquema de PSAH podría
ayudar en la solución de los problemas de es-
casez hídrica en la región para el futuro.
La metodología empleada nos permitió obte-
ner los resultados esperados de acuerdo a los
objetivos planteados. De esta manera, consi-
derando los resultados obtenidos se concluye
que existe anuencia por parte de la población
para participar en la conservación de esta
área natural a través de su disposición a pagar
(DAP), la cual se estimó en 6.80 pesos men-
suales (aproximadamente 0.60 centavos de
dólar americano) con cargo a su servicio de
agua, por lo que podría esperarse una recau-
dación de alrededor de 12 millones de pesos
anuales. Se encontró que la DAP está relacio-
nada con los conocimientos de los usuarios
con respecto a los servicios ambientales que
le aporta Cumbres de Monterrey, así como su
conanza en el organismo operador del agua
para que administre dichos recursos. A pesar
de que el valor del costo de oportunidad pro-
medio para la conservación de áreas foresta-
les es alto, de acuerdo al valor del costo de
restauración para los tipos de ecosistemas
que existen en Cumbres de Monterrey, se es-
tima cubrir alrededor de 100 mil hectáreas de
cubierta forestal para su conservación (apro-
ximadamente diez veces más a las que actual-
mente se cubre por esta modalidad).
De acuerdo a las características socioeconó-
micas de la ZMM y por los resultados logra-
dos en este estudio, se considera factible la
instrumentación de un mecanismo mixto de
Escenario
Disposición apagar ($)
Usuarios del agua
Monto anual ($)
Distribución de Gastos
Restauración de
barrancas
Conservación
de bosque
Conservación de
chaparral
Administrati-
vos, legales e
investigación
Costo total ($/hectárea)
Porcentaje del Fondo
Cobertura (hectárea)
Costo ($/hectárea)
Porcentaje del fondo
Cobertura (hectáreas)
Costo ($/hectárea)
Porcentaje del fondo
Cobertura (hectáreas)
Porcentaje del fondo
Monto ($)
1 5 880,876 52,852,560 5,100 20% 2,073 375 50% 70,470 200 10% 6,426 20% 10,570,512
2 6 880,876 63,423,072 5,100 20% 2,487 375 50% 84,564 200 10% 31,712 20% 12,684,614
3 6.8 880,876 71,879,481 5,100 20% 2,819 375 50% 95,839 200 10% 35,940 20% 14,375,896
Fuente: Elaboración a partir de estimaciones propias.
Cuadro 5. Diseño y distribución de recursos del PSAH para Cumbres de
Monterrey
Natura@economía. Vol. 1, Nº 2, julio-diciembre 2013 (9-28)
25
PSAH, bajo una modalidad voluntaria y nor-
mada. Voluntaria en el sentido de que existe
anuencia por parte de la población usuaria
para participar y normada porque es nece-
sario dar certeza institucional, jurídica y de
largo plazo para recabar e invertir los recur-
sos generados y manejados a través de un
Fideicomiso. Sin embargo, es preciso señalar
que, infortunadamente, no existe la voluntad
política e institucional necesaria para asumir
dicho compromiso e impulsar el esquema
propuesto.
En este sentido, retomamos el argumento de
que la responsabilidad para conservar Cum-
bres de Monterrey requiere ser compartida
entre usuarios y proveedores del recurso hí-
drico, por lo que se debe impulsar un esfuer-
zo y trabajo bajo los principios de apoyo mu-
tuo, solidaridad, conanza y determinación
ética, de voluntad política e institucional –tal
y como fue señalado por autores ya citados
–. Se trata, en última instancia, de brindar a la
comunidad un servicio que garantice el obje-
tivo de agua segura, agua para siempre.
Saldívar, Américo; Olivera, Marcelo e Isidro, Adán
Valoración y demanda del servicio ambiental hidrológico en el Parque Nacional Cumbres de Monterrey
26
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