Cariat, K., Cano, M., Jiménez, R., Ramos, Y. Tierra Nuestra, 15(2), 39-53-. DOI. 10.21704/rtn.v15i2.1836
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cabe resaltar el conservadurismo de las variedades
de QII, como las de Yauyos, aunque presentan
ciertos elementos léxicos atribuidos al grupo QI, lo
que indica fluidez en las fronteras léxicas. Además,
el grupo QII como vehículo de comunicación
impuesto por los Incas, dejó huellas en el
vocabulario de las variedades QI. Por otro lado, en
el aspecto morfológico se destacan, principalmente,
nueve criterios que separan a los grupos QI y QII,
que abarcan distinciones entre marcas de primera
persona con función de sujeto y de poseedor, marcas
de primera persona con función de objeto, marcas de
combinación de una primera persona actora con un
objeto de segunda persona, marcas que indican la
pluralidad de los actores participantes del acto
expresado por el verbo, marcas de subordinación
verbal, marcas de aspecto progresivo, marcas de
caso locativo, ablativo y comparativo, entre otras.
Respecto a investigaciones previas sobre los
dialectos de Yauyos, es importante mencionar el
trabajo realizado por Gerald Taylor (1984), titulado
Yauyos: un microcosmo dialectal quechua, en el
cual plantea una clasificación geográfica (Yauyos
norte y Yauyos sur), propone que los dialectos de
Tomas-Alis, Vitis y Laraos pertenecen a Yauyos
norte y en Yauyos sur sitúa a los de Cacra-Hongos,
Lincha, Huangáscar-Azángaro, Apurí-Chocos-
Madeán. Asimismo, destaca la clasificación que
realiza para agrupar estas variedades y corroborar si
pertenecen al grupo QI o al QII; de esta manera,
aseguró que no existe una correspondencia
geográfica, pues los dialectos de Yauyos pueden ser
clasificados como QI o QII independientemente de
si se hablan en localidades al norte o al sur de la
provincia. Respecto al dialecto de Vitis, Taylor
reconoció los limitados resultados que obtuvo,
puesto que solo contaba con un colaborador que
partió de la comunidad de Vitis a los seis años hacia
Laraos. De igual manera, respecto a la variedad de
Viñac, Taylor (1984) señala que «[...] lo que
aprendimos sobre Víñac no es suficiente para
incluirlo en este estudio. Este último dialecto parece
ser muy poco diferente del de Madeán» (p. 124).
Además, Taylor (1984) resalta como principal
distinción fonológica entre el QI y QII el empleo del
alargamiento vocálico (utilizado en QI), el cual se
presenta en dialectos de Yauyos como Tomas, Alis,
Cacra, Hongos, Huangáscar y Azángaro; en estos
dos últimos, el alargamiento parece mostrar
transformación hacia una acentuación. Respecto a la
morfología, las características principales del QI y
QII son la marca de la primera persona sujeto y de la
primera persona posesiva: */-ni/ (sujeto) */-y/
(posesivo) en QII, y */–:/ en QI. También, menciona
la marca de primera persona objeto */-ma:-/ en QI y
*/-wa-/ en QII; la marca del progresivo que, en QI,
deriva de */-yka:-/ y */-ya-/, mientras que, en QII,
deviene de */-čka-/; por último, la marca de
gerundio: */-r/ en QI y derivados de */-shpa/ y
*/~spa/ en QII.
Taylor (1984) concluye la investigación con una
clasificación provisoria de los dialectos quechuas de
Yauyos. En Yauyos norte, se encuentran Tomas-
Alis, Vitis y Laraos, en tanto que Yauyos sur
comprende Cacra, Hongos, Lincha, Huangáscar,
Azángaro y Apurí, Chocos, Madeán y Viñac. Es
importante mencionar que Taylor reconoce la
escasez de los datos obtenidos y admite la necesidad
de recurrir a una mayor cantidad de hablantes,
debido a esto, vuelve a realizar una segunda
investigación en 1987 tomando en cuenta a
Huancaya y Vitis.
Asimismo, Shimelman (2017), en A grammar of
Yauyos Quechua, hace un estudio de los dialectos
del sur de Yauyos, puesto que los dialectos del norte
ya se habían extinguido. Su investigación es
relevante porque consiste en una exploración del
panorama lingüístico de la provincia que se destaca
por permitir hacer un contraste del cambio
morfológico y léxico que se observa en los dialectos
de Yauyos sur en las décadas que transcurren desde
las primeras investigaciones de Gerald Taylor.
Asimismo, por tratarse de una gramática,
Shimelman (2017) se concentra en la descripción de
la morfología de la lengua quechua hablada en
Yauyos e indica la variación de recursos
morfológicos que distinguen uno de otro dialecto.
Por otra parte, en el trabajo realizado por Torres
(2017), Los problemas de la clasificación del
quechua de Ferreñafe, se aborda la relación entre las
variedades quechua de Ferreñafe y Cajamarca, los
cuales Taylor (1984) denomina como dialectos
mixtos, ante el problema de la clasificación de la
variedad de Ferreñafe en base al modelo del árbol
genealógico. El estudio plantea como hipótesis la