El vino de los incas: la visión francesa de la hoja de coca peruana en el discurso
farmacéutico del siglo XIX
The wine of the Incas: the French vision of the Peruvian coca leaf in the pharmaceutical discourse
of the 19th century
DOI: https://doi.org/10.21704/rtn.v17i2.2029
© El autor. Este artículo es publicado por la revista Tierra Nuestra del Departamento Académico de Ciencias Humanas de
la Facultad de Economía y Planicación, Universidad Nacional Agraria La Molina. Este es un artículo de acceso abierto,
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Forma de citar el artículo: Cárdenas, M. (2023). El vino de los incas: la visión francesa de la hoja de coca peruana en el
discurso farmacéutico del siglo XIX. Tierra Nuestra, 17(2), 90-106. https://doi.org/10.21704/rtn.v17i2.2029
Mónica Cárdenas Moreno1*
1 Université de La Réunion
* Autor de correspondencia: monica.cardenas-moreno@univ-reunion.fr
* https://orcid.org/0000-0002-6211-5706
Recibido: 15/06/2023; Aceptado: 11/11/2023; Publicado: 12/12/2023
Resumen
Angelo Mariani (1838-1914), farmacéutico, publicista y mecenas corso, produjo en las afueras de
París en 1863 el vino Mariani, una bebida elaborada a partir de una mezcla de vino de Burdeos y
macerado de hoja de coca. El producto se vendió con éxito en Europa y Estados Unidos. La bebida
se presentaba como un energizante excepcional gracias a un complejo sistema publicitario formado
principalmente por escritores e ilustradores. Los artistas crearon carteles, historias ilustradas y
grabados para Mariani, presentándolo como el cientíco que podía curar y mejorar la vida de los
europeos gracias a sus investigaciones sobre los conocimientos ancestrales de los incas. Este artículo
pretende mostrar las implicaciones ideológicas del discurso médico en asociación con el discurso
artístico en la segunda mitad del siglo XIX.
Palabras clave: vino Mariani, hoja de coca, siglo XIX, iconografía, historia cultural
Abstract
Angelo Mariani (1838-1914), a Corsican pharmacist, publicist and benefactor, produced on the
environs of Paris in 1863 Mariani wine, a beverage made from a mixture of Bordeaux wine and coca
leaves macerate. The product was successfully sold in Europe and the United States. The drink was
presented as an exceptional energizer thanks to a complex advertising system consisting mainly of
writers and illustrators. Artists created posters, illustrated stories and prints for Mariani, presenting
Tierra Nuestra 17(2): 90-106 (2023)
Tierra Nuestra
ISSN 2519-738X (En línea), ISSN 1818-4103 (Impresa)
https://revistas.lamolina.edu.pe/index.php/tnu
ARTÍCULO ORIGINAL –RESEARCH ARTICLE
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Cárdenas, M. (2023). Tierra Nuestra, 17(2), 90-106. DOI. https://doi.org/10.21704/rtn.v17i2.2029
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him as the scientist who could cure and improve the lives of Europeans thanks to his research on
the ancestral knowledge of the Incas. This article aims to show the ideological implications of the
medical discourse in association with the artistic discourse in the second half of the 19th century.
Keywords : Mariani wine, coca leaves, Peru, 19th century, cultural history
Résumé
Angelo Mariani (1838-1914), pharmacien corse, publiciste et mécène, produit, dans les environs de
Paris, en 1863, le vin Mariani, une boisson fabriquée à partir d’un mélange de vin de Bordeaux et
de macérat de feuilles de coca. Ce produit est vendu avec succès en Europe et aux États-Unis. La
boisson était présentée comme un exceptionnel énergisant grâce à un système publicitaire complexe
formé essentiellement par des écrivains et des graphistes. Des artistes ont créé pour Mariani des
aches, des contes illustrés, des gravures Mariani apparaît comme le scientique capable de
guérir et d’améliorer la vie des Européens grâce à ses recherches sur les savoirs ancestraux des
Incas. Cet article vise à montrer les implications idéologiques du discours médical en association
avec le discours artistique pendant la deuxième moitié du XIXe siècle.
Mots-clés : vin Mariani, feuille de coca, XIXe siècle, iconographie, histoire culturelle
1. Introducción
En “Un Gaudissart de la rue Richelieu”,
Honoré de Balzac (1845) describe París como
una ciudad organizada en torno al comercio y
preocupada por “saber vender, poder vender
y ¡vender!”. Este interés comercial es pieza
fundamental de un modelo de modernidad
que la ciudad europea exporta con éxito. En el
discurso artístico y cultural, dicho interés tiene
que ver con una nueva forma de relación entre
el individuo y su medio urbano que se pone en
evidencia a través de la mirada. En este contexto,
uno de los personajes más representativos de
la literatura decimonónica que se relaciona
sensorial y, en particular, visualmente con la
ciudad es el âneur. Este personaje hace gala de
una “hipertroa del ojo” o una “bulimia del ojo”
(Loubier, 2001), ya que sus desplazamientos
por calles, plazas y bulevares suponen una
experiencia sensorial, pero también un deseo de
conocimiento acompañado de una voluntad de
consumo. La mirada se ja en las vitrinas, las
tiendas y los escaparates, pero también en los
carteles, los anuncios y las vallas publicitarias.
Balzac describe con precisión este enfoque,
que se convirtió en un rasgo de la sensibilidad
representada en la literatura francesa de la
segunda mitad del siglo XIX:
El brillo de las tiendas tan ricas como los
salones de la nobleza antes de 1789, el
esplendor de los cafés que a menudo borra,
y muy fácilmente, el del nuevo Versalles, los
poemas que son los escaparates destruidos
cada tarde, reconstruidos cada mañana;
la elegancia y la gracia de los jóvenes en
diálogo con los compradores, las sonomías
penetrantes y los atuendos de las jóvenes
que deben atraer a los compradores; y por
último, desde hace poco, las profundidades,
los espacios inmensos y el lujo babilónico
de las galerías donde los comerciantes
monopolizan las tiendas especializándolas,
¡todo esto es poco!.. Cuando se trata de
complacer al órgano más ávido e impasible
que se ha desarrollado en el hombre desde la
sociedad romana, y cuyas exigencias se han
vuelto ilimitadas, gracias a los esfuerzos de la
civilización más renada. ¡Este órgano es el
ojo de los parisinos! (Balzac, 1845, p. 289)1.
1 Traducción nuestra del texto original: “L’éclat de magasins
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Esta importancia de lo visual está en
consonancia con el auge de la prensa
comercial francesa aparecida en la década
de 1830 (Thérenty, 2007), también muy
inuida por la prensa ilustrada antigua.
Los principales medios de difusión de la
cultura escrita de la época, la prensa y
los libros, se vieron así invadidos por las
imágenes. El «vino Mariani» nació en este
contexto, ya acostumbrado a la combinación
entre producción de conocimiento
(bebidas energéticas) y comercio (sistema
publicitario que mezclaba texto e imagen).
Su inventor, el farmacéutico de origen corso
Angelo Mariani (1838-1914), fue un hábil
comerciante y creador de una importante red
social en torno a los productos elaborados a
partir de la hoja de coca peruana. Entre estos
productos, el vino Mariani o vino de hoja de
coca o vino Inca fue sin duda el producto
estrella.
Este singular vino se produjo por primera
vez en 1863 en las afueras de París. Se elaboraba
a partir de una mezcla de vino de Burdeos y
macerado de hoja de coca. El éxito comercial
de la bebida (origen de otras marcas de éxito
como la famosa marca estadounidense Coca-
Cola) duró unos cincuenta años y se debe, en
gran parte, al aparato publicitario que construyó
Mariani y que le convierte en el “padre de la
publicidad moderna” (Lestrange, 2016) o
en un “genio de la publicidad” (Deveaux,
2000). El sistema publicitario de Mariani
incluía carteles callejeros, anuncios en la
prensa, publicaciones de estudios cientícos,
literatura ilustrada (cuentos y poemas), tarjetas
aussi riches que les salons de la noblesse avant 1789, la
splendeur des cafés qui souvent eace, et très facilement,
celle du néo-Versailles, les poèmes des étalages détruits tous
les soirs, reconstruits tous les matins ; l’élégance et la grâce
des jeunes gens en communication avec les acheteuses,
les piquantes physionomies et les toilettes des jeunes lles
qui doivent attirer les acheteurs ; et enn, récemment, les
profondeurs, les espaces immenses et le luxe babylonien des
galeries les marchands monopolisent les commerces en
les spécialisant, tout ceci n’est rien !... Il ne s’agit encore
que de plaire à l’organe le plus avide et le plus blasé qui se
soit développé chez l’homme depuis la société romaine, et
dont l’exigence est devenue sans bornes, grâce aux eorts
de la civilisation la plus ranée. Cet organe, c’est l’œil des
Parisiens !”
y cartas de agradecimiento a personalidades
publicadas en forma de álbumes bajo el título
“Figuras contemporáneas”. Para garantizar
el buen funcionamiento de esta industria
publicitaria, Mariani promovió la construcción
de una imaginería propia con la participación de
ilustradores de renombre como Albert Robida
y Alphonse Mucha, asociando sus imágenes a
textos publicitarios creados por él mismo o a
textos literarios de autores como Jules Claretie
y Armand Silvestre.
La fórmula original del vino Mariani se
obtuvo a partir del macerado de 60 g de hojas
de coca en alcohol (probablemente coñac),
después en vino de Burdeos al que se añade un
6% de azúcar. El resultado: una botella de 50 cl.
De “vino Mariani” presentada sobre todo como
el “vino de los incas”, ya que quería establecer
un vínculo directo entre sus conocimientos
occidentales y el poder divino que se le
atribuía a las plantas en Sudamérica. Para ello,
primero, destacó los estudios y tradiciones que
consideraban a la coca como la planta sagrada
en Perú desde la época prehispánica, luego,
hizo de la coca la planta con la que el pueblo
peruano resistió la explotación española durante
la Colonia y, por último, Mariani armó que
la coca era un símbolo del escudo de armas
peruano2 en el momento de la creación de la
República de Perú en el siglo XIX.
Mariani alimenta el saber farmacéutico
europeo con el poder esotérico a través de la
tradición literaria popular europea que el público
2 Esta armación se encuentra en el artículo “La coca del
Perú, la leyenda y la historia” publicado en el suplemento
ilustrado del Journal con fecha de 20 de enero de 1896.
El escudo peruano está dividido en tres compartimentos
que corresponden a los tres tipos de recursos naturales:
vegetales, animales y minerales. Así tenemos el árbol de
la quina, la vicuña y las monedas de oro. La sustitución
por Mariani de la quina, planta muy conocida en Europa
(producto exportado durante la época colonial y utilizado
en la medicina europea contra ciertas enfermedades como
el paludismo) por la coca es muy interesante porque el vino
de quina era un producto farmacéutico muy conocido en
Francia que el propio Mariani había contribuido a promover
(vino de corteza de quina). La sustitución no fue un error,
sino una reescritura deliberada de los símbolos peruanos
con nes comerciales dirigida a un público extranjero. De
hecho, el vino de coca pretende ser una versión mejorada
del vino de quina, ya que no produce los efectos secundarios
del primero.
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de la época estaba acostumbrado a leer. El
planteamiento de Mariani está a medio camino
entre el del conquistador que arma haber
descubierto el valor universal de un producto
que los sabios peruanos no supieron valorar
y el del cientíco-explorador que salvará a la
población europea gracias a esta bebida.
Para mostrar el alcance del proyecto Mariani,
este trabajo se divide en tres partes. La primera
parte pretende presentar el mecanismo cientíco
y publicitario. La segunda parte se dedicará
al análisis de cuentos representativos con el
objetivo de mostrar cómo la tradición literaria
popular europea transforma una supuesta
mitología inca en un producto comercial. La
tercera parte, como complemento de la segunda,
pretende mostrar cómo la iconografía cumple
y refuerza los ideales del proyecto higienista
europeo asociado a la hoja de coca.
2. El proyecto farmacéutico, comercial y
artístico de Angelo Mariani
La relación entre vino y medicina en
Europa se remonta a la Antigüedad3
y, en general, podemos decir que en la historia
cultural europea el vino siempre ha tenido un
valor simbólico particular, como arma Jean-
Louis Schlienger:
Como parte de la historia moral y cultural
de Occidente, y como portador de símbolos
y creencias, el vino siempre ha sido una
crónica de la vida humana. No lo bebemos
para calmar la sed, sino para compartir el
placer y la convivencia que proporciona
(Schlienger, 2020, p. 363)4
En 1866, Louis Pasteur publicó sus Estudios
sobre el vino con el objetivo de remediar
varias enfermedades comunes para mejorar los
3 Uno de los principios de la medicina hipocrática era curar
con vino.
4 Traducción nuestra del texto original: “Partie prenante
de l’histoire morale et culturelle de l’Occident, porteur
de symboles et de croyances, le vin n’a cessé de défrayer
la chronique de la vie des hommes. On ne le boit pas
pour étancher sa soif, mais pour partager le plaisir et la
convivialité qu’il dispense”.
viñedos, la producción, la comercialización y el
consumo de esta bebida tan importante desde
el punto de vista higienista. Arma: “El vino
puede considerarse con razón la más sana e
higiénica de las bebidas” (Pasteur, 1866, p. 56)5.
Para mejorar la producción vinícola francesa,
Pasteur propuso un conjunto de remedios
extraídos de la experimentación directa, de los
análisis microbiológicos y de la observación
microscópica para resolver los problemas de
la acescencia del vino, los vinos poco o muy
ácidos, la enfermedad del amargor, el vino con
problemas en el proceso de añejado, etc. Entre
las fuentes utilizadas por Pasteur, ocupaba un
lugar central la obra del químico Jean-Antoine
Chaptal (1756-1832), importante defensor
de las propiedades benécas del vino para la
salud humana: “Además de que este licor es
tónico, forticante, también es más o menos
nutritivo: en todos estos aspectos, solo puede ser
benecioso” (Chaptal, 1801, p. 159)6.
Así, a nales del siglo XVIII7, Chaptal
(1801) intentó denir la composición básica
del vino en su famoso libro El arte de hacer
vino: “ácido, alcohol, ácido tártrico, un
extractivo, aromatizante, colorante y agua”8
(p. 165). Esta composición convertiría al vino
en un auxiliar sanitario capaz de magnicar
otros remedios. A pesar de los estragos causados
por el alcoholismo en la sociedad francesa
(denunciados sobre todo durante la segunda
mitad del siglo XIX), esta visión medicinalmente
positiva del consumo de vino se mantuvo hasta el
siglo XX y se explica, entre otras cosas, gracias
a un sistema de comunicación establecido para
proteger los intereses económicos de la industria
vinícola. Uno de los mejores ejemplos de esto es
5 Traducción nuestra del texto original: “le vin peut être à
bon droit considéré comme la plus saine, la plus hygiénique
des boissons”.
6 Traducción nuestra del texto original: “Outre que cette
liqueur est tonique, fortiante, elle est encore plus ou
moins nutritive : sous tous ces rapports, elle ne peut qu’être
salutaire”.
7 Considerado como el inicio de una visión moderna de los
estudios sobre la producción y la mejora de la viña y el vino.
La primera edición data de 1799, pudimos consultar la de
1801.
8 Traducción nuestra del original: “un acide, de l’alcool,
du tartre, de l’extractif, de l’arôme, un principe colorant et
de l’eau”.
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el concepto de la “paradoja francesa”9 que asocia
una tasa estadísticamente baja de enfermedades
cardiovasculares con un elevado consumo de
vino en determinadas regiones francesas.
Si vino y salud van de la mano, no es difícil
entender el éxito de los vinos medicinales
en Europa. En el siglo XIV, una obra titulada
De vinis contiene muchas historias antiguas
y conocimientos sobre los vinos y sus
propiedades medicinales. El texto se atribuye
a Arnaud de Villeneuve. En el siglo XIX, los
vinos medicinales más utilizados eran el vino de
ajenjo o absenta, el vino de genciana, el vino de
quina, el vino de opio y el vino de hoja de coca.
Sin embargo, a partir del siglo XIX y con la
llegada de los modernos métodos de extracción,
la química permitió pasar de la materia prima
medicinal al principio activo: de la quina a la
quinina, del opio a la morna, de la hoja de coca
a la cocaína. Estas nuevas drogas revolucionaron
la medicina. Antes de la popularización del uso
de estas sustancias como drogas recreativas,
del conocimiento de sus efectos nocivos y de
su prohibición, el consumo de estas bebidas
energéticas no se había visto afectado y, al
contrario, se había mantenido en boga.
En el siglo XIX destaca la popularidad del
vino de quina (la materia prima era la corteza
de quina), un producto elaborado a partir de una
planta originaria de Sudamérica e introducida
en Europa en el siglo XVI. Fue muy popular
en aquella época porque la quinina extraída y
puricada de esta planta fue la fuente de los
primeros tratamientos realmente ecaces contra
la malaria. Según Deveaux (2000), entre los
vinos medicinales en boga en el siglo XIX y
principios del XX, muy pocos tuvieron tanto
éxito como el vino Mariani, cuya versión
denitiva se obtuvo entre 1867 y 1870 con la
participación del médico Charles Fauvel10. En
el número de diciembre de 1875 de L’Union
Médicale, Fauvel publicó un artículo en el
que hablaba de las cualidades del vino de coca
9 El tema surgió en Estados Unidos a principios de la década
de 1990 y fue retomado por investigadores franceses como
Serge Renaud (1927-2012).
10 Charles Fauvel (1830-1895) fue cirujano de la Guardia
Nacional de la Comuna de París.
Mariani. En 1876, Fauvel recibió la Legión
de Honor por sus estudios sobre la laringe y
el uso de la coca y la cocaína en medicina. El
éxito comercial del «vino inca» nació así de la
complicidad entre este médico y el farmacéutico
Angelo Mariani, invitado a instalar su farmacia
en la dirección de Fauvel: 41 boulevard
Haussmann, París. Esta complicidad puede
verse, por ejemplo, en la publicación de Mariani
de 1878: La Coca du Pérou et le vin Mariani
donde el médico será citado varias veces.
En este folleto y en el sistema publicitario
de Mariani, en general, estos productos se
recomiendan para todas las edades, ya que
el contenido de alcohol no es elevado. Por
lo tanto, se recomiendan a niños, mujeres
y ancianos, en suma, a cualquier persona
que necesite recuperar fuerzas. Se dice que
son especialmente ecaces para combatir la
debilidad, las secuelas del parto, la anemia, las
convalecencias dolorosas, la debilidad de las
cuerdas vocales, las granulaciones laríngeas,
el linfatismo o la anemia, es decir, los campos
de especialización del doctor Fauvel. Además,
se añade la frase: “La coca es el tensor por
excelencia de las cuerdas vocales” que se cita
a menudo en la prensa que vende productos
dirigidos a artistas relacionados con la música y
el canto. Pero Fauvel no fue el único cientíco
asociado a la difusión de los benecios que
prodigaban los productos Mariani. En la Revue
de thérapeutique médico-chirurgicale del 12 de
junio de 1876, se puede leer un artículo rmado
por el doctor Pierre Collin:
Nos unimos al doctor Ch. Fauvel, así
como a los señores Rabuteau y Cintrat, al
declarar que, tras sus diversas observaciones
clínicas, el vino de Coca Mariani, su elixir
y sus pastillas actúan de manera especial y
magistral en la faringitis granulosa, la angina
amigdalar, la albuminuria, la diabetes, y
que no pueden ignorarse sus propiedades
estimulantes sobre el sistema nervioso
cerebro- espinal 11.
11 Traducción nuestra del texto original: “Nous nous
associons à M. le Docteur Ch. Fauvel, ainsi qu’à MM.
Rabuteau et Cintrat, pour déclarer que, après ses diverses
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En cuanto a sus efectos secundarios, estos
productos evitarían las limitaciones del consumo
de vino de quina, que tendría efectos negativos
sobre el aparato digestivo.
El folleto de 1878 mezcla diversa información
cientíca e histórica con otros anuncios. En las
últimas páginas, por ejemplo, Mariani muestra
en detalle la variedad de sus productos. No
solo vende botellas de vino de coca peruana
(al precio de 5 francos la botella), sino también
una variedad de productos derivados: elixir
Mariani, extracto Mariani para la preparación
instantánea de vino de coca, tónico y pasta
pectoral, jarabe de coca, píldoras, vino de coca y
quina y, por último, la caja de hojas de coca. Sus
productos también se venden fuera de Francia:
en Inglaterra, Bélgica, Alemania, Rusia,
Italia, Estados Unidos, Holanda, Colombia y
Mayagüez (Puerto Rico). El carácter comercial
del folleto viene marcado también por los
resúmenes que se pueden encontrar al nal en
diferentes idiomas: inglés, alemán, italiano,
portugués y español.
El relato histórico movilizado por Mariani
es quizás la parte más delicada de su proyecto,
pero también la más interesante, ya que revela
la visión francesa de la hoja de coca y, por
metonimia, de Perú. Aunque la hoja de coca se
conoce en Europa desde los primeros tiempos
de la colonia, durante siglos fue un producto
asociado a una práctica indígena considerada
como “salvaje” y “degradada” (se tolera solo
como vicio indígena) y, por tanto, poco atractivo
para la comercialización y el consumo por parte
de un público occidental. En el siglo XIX,
sin embargo, se desarrolló un nuevo enfoque
cientíco de los productos naturales, sobre
todo mediante el uso en medicina de alcaloides
observations cliniques, le vin de coca Mariani, son élixir et
ses pastilles agissent d’une manière spéciale et magistrale
dans la pharyngite granuleuse, l’angine tonsillaire,
l’albuminurie, le diabète, et que leurs propriétés stimulantes
sur le système nerveux cérébro-spinal ne peuvent être
méconnues”. Podemos encontrar una recopilación de
artículos periodísticos escritos por médicos en la prensa
especializada de la época que Mariani reeditó: L’Union
médicale del 5 de diciembre de 1875 o del 11 de agosto de
1877, Gazette des hôpitaux del 12 de mayo de 1877 y del 23
de noviembre de 1877, el Journal d’oculistique del doctor
Fano (1876), etc.
aislados químicamente como cocaína a partir de
1850. Mariani nos habla del fracaso del uso de
la hoja de coca en Europa en los años y siglos
anteriores debido a las malas condiciones de
importación. En contraste con estas experiencias
anteriores, él prodigó un cuidado especial a
la planta y dio instrucciones precisas a los
importadores de la misma; el cambio radical
también vino de la mano de los innovadores
métodos de uso. En el folleto mencionado,
Mariani dedica un artículo al alcaloide de
la cocaína aislado en 1850 por Niemann12
en Alemania y muy rápidamente conocido y
utilizado en Europa en medicina13 pero también
en diversos productos farmacéuticos. La
exportación legal de la hoja de coca de Perú será
muy importante y lo seguirá siendo hasta ahora
con empresas como Coca-Cola, pero debido
al tráco de productos ilegales derivados de la
hoja de coca, de los cuales la cocaína es el más
conocido, las hectáreas de cultivo de coca han
aumentado desproporcionadamente en la parte
oriental del país, de modo que solo el 11% de la
producción actual de coca se utiliza legalmente
(consumo interno y exportación)14.
Volvamos al siglo XIX y veamos las fuentes
utilizadas por Mariani para su construcción
histórica y simbólica de la hoja de coca peruana.
En primer lugar, presenta la Eryiroxylon Coca
como una planta de la familia de las Lináceas,
un arbusto de seis a nueve pies, cultivado en
Sudamérica (Perú, Bolivia, Ecuador, Nueva
Granada y Brasil). Para hablar de su uso
contemporáneo, cita al famoso explorador
francés Paul Marcoy y su relato de un viaje a
12 La fórmula química descrita por Mariani en relación con
el trabajo de Niemann: C32 H40 Az2 O8 corresponde en
realidad a dos moléculas de cocaína. Otras fuentes distintas
de la de Mariani sitúan el aislamiento del alcaloide cocaína
por Albert Niemann más tarde, entre 1855 y 1860.
13 Mariani habla de dos formas: la ecgonina (cocaína
calentada a 100 grados) y la higrina (alcaloide líquido
producido a partir del tratamiento de la hoja de coca con
alcohol amílico).
14 Según el artículo de Geraldine Santos y Norka Peralta en
Ojo Público: “La hoja de coca en el Perú: entre la defensa
de la Amazonía o la expansión de cultivos ilícitos” del 11
de octubre de 2021, https://ojo-publico.com/ambiente/
territorio-amazonas/la-hoja-coca-defender-la-amazonia-o-
la-expansion-cultivos?fbclid=IwAR27rEXWpnI7DdMP_
Gug9qsjY2LT7jUwdAb4mTKMIWq8kmlIJAfQLhVgzmY
(consultado el 7 de agosto de 2023).
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la región del Titicaca publicado en la revista
Le Tour du Monde en mayo de 1877. Marcoy
relata la recolección de la hoja de coca y su
importancia para la población. A continuación,
Mariani cita a historiadores de la conquista de
América como los españoles Gonzalo Fernández
de Oviedo, Pedro Cieza de León, Agustín de
Zárate, Francisco López de Gómara y constata
su asombro ante la importancia que los indios
concedían a la coca en detrimento del oro tan
codiciado por los europeos. En varias ocasiones,
Mariani explica que los españoles no dieron a la
coca su “verdadero” valor. El carácter sagrado
de la planta fue condenado por los españoles
como “irreligioso” (por el Segundo Concilio
de Lima15). Durante el periodo colonial, la coca
ayudó a los indios a soportar los abusos de su
explotación y los rigores de la colonización,
pero no interesó realmente a los españoles. Por
lo tanto, ellos no “descubrieron” ni su valor,
ni sus propiedades. Este discurso permite a
Mariani concederse dicho descubrimiento en el
contexto de una nueva colonización cientíca de
este territorio realizada por los sabios franceses.
Mariani sigue las aportaciones históricas y
etnológicas de Marcoy.
Según Mariani, durante el Imperio Inca, la
coca se utilizaba como moneda, y su uso habría
estado reservado a una élite de sacerdotes
y gobernantes y prohibido al pueblo llano.
Mariani también arma repetidamente que la
hoja de coca “se consideraba una representación
animada de la Divinidad”. Esta idea es muy
interesante, porque veremos cómo se utiliza
en los relatos y en la iconografía con el n de
vincular el proyecto de Mariani no a los indios
peruanos, sino a sus dioses.
Mariani, sin haber viajado nunca al continente
americano, describe con precisión el consumo
de hojas de coca en los Andes para acompañar el
trabajo diario: “... y tres o cuatro veces al día [el
indio] se sienta, toma algunas hojas y se las lleva
una a una a la boca, añadiendo un poco de llipta
(cal), y hace con ellas un acullico (masticación),
y luego reanuda su recado o su trabajo chupando
15 El Segundo Concilio de Lima tuvo lugar en 1567 y fue
presidido por el arzobispo Jerónimo de Loaysa.
el jugo de la benéca planta” (Mariani, 1878,
p. 5)16. Por lo tanto, la hoja de coca es capaz de
sustituir a la comida y es el único producto que
permite soportar un trabajo tan duro como el de
las minas.
En cuanto al aspecto cientíco de su proyecto,
Mariani busca todos los apoyos posibles y cita
una larga lista de expertos europeos que han
estudiado esta planta: Nicolas Monardes, José
Acosta, el naturalista Linné, el padre Antonio
Julian, Weddell, Boerhaave, el doctor Schwalk,
el doctor Gazeau, Littré y Robin (como autores
del Dictionnaire de Médecine, de Chirurgie et de
Pharmacie), el profesor Gubler y, por supuesto,
el doctor Fauvel, que utilizó con éxito la hoja
de coca en su clínica de laringología. Mariani
no olvida a los cientícos peruanos, menciona
los escritos de Hipólito Unanue (1755-1833)
que según sus apuntes presenta la coca como
el “tónico por excelencia” así como los escritos
del historiador Manuel Atanasio Fuentes
(1820-1889) que la presenta como “la planta
más tónica del reino vegetal”. Mariani se puso
manos a la obra basándose en los experimentos
de Unanue sobre el estudio de los componentes
de la hoja de coca. Sabía que las hojas de coca
secas habían sido tratadas con agua hirviendo y
que se obtenía un extracto después de remojarlas
en diferentes grados de alcohol, utilizando
éter como disolvente de extracción. De estos
estudios concluye:
El extracto obtenido con alcohol de 21 y 56
grados contiene todos los principios gomosos
y resinosos de la hoja de coca, así como los
principios grasos nitrogenados, el tanino, el
alcaloide y la clorola. Este extracto es el
que mejor representa la proporción exacta
de los principios constitutivos de la coca.
El vino de coca a 21 grados y a 33 grados
serán, por tanto, los preparados más activos
(Mariano, 1878, p.7)17.
16 Traducción nuestra del texto original: “…et trois ou
quatre fois par jour [l’Indien] s’assied, prend des feuilles
et les met une à une dans sa bouche, en y ajoutant un peu
de llipta (chaux), et en fait un acullico (chique), puis il
reprend sa course ou son travail en suçant le jus de la plante
bienfaisante”.
17 Traducción nuestra del texto original: “L’extrait obtenu
par l’alcool à 21 degrés et à 56 degrés renferme tous les
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El proceso descrito en la cita no será la única
forma de garantizar la calidad del producto,
sino que utilizará testimonios de clientes o
pacientes para construir una sólida credibilidad.
Mariani reproduce las cartas de agradecimiento
recibidas, las tarjetas de visita con una palabra
de reconocimiento sobre su labor cientíca y
los benecios de sus productos. A continuación,
Mariani utiliza este material en sus publicaciones
en diversos formatos. No en vano fue descrito por
uno de sus propios amigos como un “poderoso
acumulador de simpatías” (Octave Uzanne,
1910). Así es como organizó el Álbum Mariani
de personajes contemporáneos, compuesto por
testimonios espontáneos enviados por conocidos
a los que la bebida medicinal les produjo un
efecto positivo. Este álbum se inspiraba en
revistas de personajes de la actualidad como
Los Contemporáneos o Los hombres de hoy,
en las que la nota biográca va unida al retrato.
Hay catorce volúmenes de estos álbumes,
que se publicaron entre 1894 y 1913. Estas
publicaciones pueden compararse con las redes
sociales actuales en las que, bajo la apariencia de
amistad, se ocultan intereses económicos. Una
red social puede entenderse como la creación de
un mercado potencial construido sobre la base
de un grupo de personas vinculadas por una
amistad marcada por una rma (la aceptación
de una amistad en la aplicación o un like como
signo de aprobación) con el n de atraer a otras
personas y ampliar el circuito. En una red social,
el mercado potencial tiende a crecer y, por ello,
las amistades de prestigio son muy importantes.
En los álbumes Mariani, podemos encontrar
retratos rmados y dedicados de escritores
como Émile Zola y Léon Bloy, ilustradores y
diseñadores grácos como Alphonse Mucha
y Eugène Grasset. Reproducciones de algunos
de ellos se publicaron también en diarios como
Le Figaro, Le Matin, Le Temps y aparecieron
como suplementos ilustrados en Le Journal,
por ejemplo. A menudo iban acompañadas de
principes gommeux et résineux de la feuille de coca, ainsi
que les principes gras azotés, le tannin, l’alcaloïde et la
chlorophylle. C’est cet extrait qui représente le mieux la
proportion exacte des principes constitutifs de la Coca.
Le vin de coca à 21 degrés et à 33 degrés seront donc les
préparations les plus actives”.
anuncios más explícitos de productos Mariani.
Además, Mariani combinó una política
comercial ecaz con su mecenazgo literario
y artístico. Para sus carteles, grabados e
ilustraciones de obras literarias que anunciaban
sus productos, recurrió a artistas de renombre
como Albert Robida (ilustrador, caricaturista
y novelista), famoso por sus novelas de
anticipación, y Alphonse Mucha (1860-1939),
célebre artista gráco e ilustrador checo,
representante del Art Nouveau y conocido por
sus representaciones de mujeres.
La producción literaria reviste especial
interés en este proyecto. Mariani publicó
varios poemas en periódicos, como “Elogio
de la coca”, de Catulle Mendès, o “Crimen y
castigo”, de Jean Rameau. Por supuesto, estos
dos sonetos están dedicados a Mariani y, por su
forma artística, tienen la misma función que las
tarjetas de visita: dar testimonio, formar parte y
contribuir a la expansión de la red empresarial
Mariani. Otra gran parte del proyecto Mariani
consiste en 14 cuentos ilustrados, publicados
entre 1888 y 1904. Se venden por separado en
ediciones de lujo en papel japonés y en gran
formato (cuarto, equivalente al A4 actual),
destinados a bibliólos e ilustrados en color por
renombrados grastas. También se imprimieron
en ediciones baratas en papel tejido. Estos
escritos se comercializaban de igual manera
como colección o “Pequeña Biblioteca Mariani”.
De este modo, Mariani consiguió transformar
la publicidad de sus productos farmacéuticos
en un producto comercial. Al igual que los
poemas y las tarjetas de visita, los relatos están
todos dedicados al “amigo Mariani” e intentan,
mediante distintas estrategias, justicar las
ventajas del vino y de la coca peruana, su
principal y exótico ingrediente.
3. Cuentos: literatura popular y publicitaria
Angelo Mariani dio salida a sus obras en
formato de cuento de varias maneras. En 1900,
por ejemplo, además de la venta individual
de cada libro, publicó una colección titulada
Ocho cuentos de Mariani con publicaciones
El vino de los incas: la visión francesa de la hoja de coca peruana en el discurso farmacéutico del siglo XIX
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realizadas entre 1896 y 1900. En esta colección
encontramos “Le Secret de Polichinelle” de Paul
Arène (ilustrado por A. Robida), “Pervenche”
de Maurice Bouchor (ilustrado por L. Lebègue),
“Un chapitre inédit de Don Quichotte” de Jules
Clarétie (ilustrado por Atalaya), “Explication”
del mismo autor (ilustrado por Robida),
“Les Secrets des Bestes” de Frédéric Mistral
(ilustrado por Robida), “Tres niñas y tres niños”
de Maurice Montégut (ilustrado por Louis
Morin), “La Plante enchantée” de Armand
Silvestre (ilustrado por Robida), “La Panacée
du Capitaine Hauteroche” de Octave Uzanne
(ilustrado por Eugène Courboin). Los nombres
de estos autores, escritores e ilustradores, se
encontrarán en otras publicaciones relacionadas
con los productos Mariani y, en particular, en
estos álbumes. La repetición de la frase “a mi
amigo Angelo Mariani” convence a los lectores
de las virtudes sociales del mecenas y refuerza
la idea principal de estas cciones, a saber, el
papel cientíco-mesiánico de Mariani como
salvador de los males del mundo moderno.
Hay que recordar que estos cuentos se
sitúan en un contexto de estrecha relación entre
literatura, industria y comercio, además, tiene
relación con la popularización de las novelas
por entregas y con el trabajo de escritores de
prestigio, acostumbrados a crear en este campo,
pagados por página o por línea. La literatura
era un medio de comunicación muy ecaz, a
menudo vinculado a las imágenes: los grabados
ilustrados, tanto en la prensa como en los libros,
son cada vez más solicitados y los ilustradores
alcanzan reconocimiento y renombre.
Además de la nalidad publicitaria de estos
cuentos, podemos mencionar otros elementos
comunes. Estas historias siguen los códigos del
cuento popular europeo. Así, podemos identicar
algunos personajes típicos, como protagonistas:
el pobre, el héroe que busca la belleza y la
justicia; como antagonistas, el villano egoísta y
autoritario o el individuo que se enfrenta a una
dicultad insuperable (una enfermedad o una
debilidad física). Para resolver la injusticia o
el sufrimiento del protagonista, contamos con
la intervención de un poder sobrenatural: un
mago, un cientíco o una deidad. Este personaje
está directa o indirectamente relacionado con la
imagen del propio Mariani: el mago o cientíco
misterioso que es descrito físicamente del
mismo modo: los ojos verde claro, del color del
mar, con una larga barba blanca y una fuerte
vitalidad a pesar de su edad. Las ilustraciones
completan esta representación muy cercana
al retrato de Angelo Mariani. Por ejemplo, en
el cuento “La Plante enchantée” publicado en
1896 por Armand Silvestre18, con ilustraciones
de Albert Robida, Mariani aparece oculto bajo la
identidad de un monje: el Reverendo Hermano
Angelo Mariani que “como todos los religiosos,
amaba hacer licores, y había elaborado con ellos
un vino particularmente benecioso, pero del
que había guardado el secreto, diciendo que
no quería que fuera divulgado a la humanidad
hasta trescientos años después de su muerte”
(Silvestre, 1896, p.35). La descripción se repite
de manera similar en otros cuentos, físicamente
se le identica como un hombre o ser de ojos
verdes y con una hermosa barba blanca.
Otro elemento importante es la temporalidad:
estos cuentos evocan un pasado que puede
remontarse al siglo XIII o XVI (época del
apogeo del imperio inca), o incluso al XVII,
pero en todos los casos, el poder de la bebida
que cura o salva al protagonista se presenta
como un secreto que será revelado al mundo
más tarde, en el siglo XIX. La presencia de
Mariani anuncia el magníco descubrimiento de
este vino, mientras que en los siglos anteriores
las virtudes de la hoja de coca eran un verdadero
misterio.
En 1898, Mariani publicó el
relato del escritor Jules Clarétie19
titulado “Un chapitre inédit de Don Quichotte”.
La historia está ambientada a nales del siglo
XVI y narra un peculiar encuentro de Sancho
Panza, escudero de Don Quijote, ocurrido en
18 Armand Silvestre (1837-1901) escribió poesía, novelas,
cuentos y obras de teatro. Participó en varios proyectos
editoriales, como Les Joyeusetés de la semaine (1888-
1891), publicación semanal de tres historietas ilustradas
para La Récréation de la jeunesse.
19 Jules Claretie (1840-1913) fue miembro de la Academia
Francesa y autor de prosa (novelas y cuentos), teatro y
crónicas de la vida francesa.
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una boda. Mientras Sancho come copiosamente,
un misterioso hombre llamado Pacheco viene a
hablar con él. Pacheco es “un buen hombre con
traje de médico, de cara llena y pecho ancho,
que tomando de una botella tintineante dos o tres
sorbos de un licor desconocido, le dice: `Toma,
compadre, esto que alimenta mejor y sustenta
con más seguridad y por más tiempo que toda
la abundante comida que has consumido`”
(Claretié, 1898, p. 7). Le ofrece un sorbo de este
licor, que Sancho pasa a su amo, y que permitirá
a don Quijote volver a casa sin esfuerzo ni
preocupación. Gracias a esta bebida, el viejo
Quijano se siente rejuvenecido, recupera la
fuerza de cuerpo y mente que le permitirá volver
a casa con facilidad y regocijarse con su familia
en su aldea manchega una vez que ha vuelto
a ser Alonso Quijano, habiendo dejado atrás
la locura, hasta el momento en que se acabe
el formidable vino. Don Quijote cree que el
aguardiente de Pacheco puede ser considerado
brujería por el Tribunal del Santo Ocio. Sabe,
sin embargo, que no se trata de un milagro, sino
que Pacheco es un “muy admirable cientíco”.
Antes de morir, ya que se le ha acabado “el vino
de la vida”, Quijano hace prometer a Sancho que
encontrará al señor Pacheco “por la felicidad
de la humanidad”. Tras la muerte del Quijote,
Sancho encuentra a Pacheco volviendo de las
Antillas:
Todo el cargamento estaba compuesto por la
hoja verde, verde grisácea, blanda, elástica
y gorda de un arbusto cuyo tallo no era más
grueso que el dedo de un alguacil y que
Pizarro había visto una vez enrollada entre los
dedos de los incas: una hoja reputada mágica
entre los indios peruanos, los coqueros, que
la apreciaban como medio activo de fuerza,
valor y vida. (Clarétie, 1898, p. 26)20
En este punto de la historia, el narrador se
reere al cronista peruano Garcilaso de la Vega
20 Traducción nuestra del original: “toute sa cargaison de la
feuille verte, d’un vert grisâtre, douce, élastique et grasse,
d’un arbrisseau dont la tige ne dépassait point la grosseur du
doigt d’un alguazil et que Pizarre avait vue jadis roulée entre
les doigts des Incas : une feuille réputée magique parmi les
Indiens du Pérou, les coqueros, qui en usaient précieusement
comme d’un moyen actif de force, de courage et de vie”.
como historiador que a menudo hablaba de las
propiedades y usos de esta planta en sus escritos.
Finalmente, gracias a este último encuentro con
Pacheco, el vino Mariani asegura la buena salud
de Sancho “cuyo cuerpo se hace centenario y
su buen sentido eterno” (Claretié, 1898, p. 30),
dice el narrador. Esto revela la identidad de la
bebida y permite al narrador terminar su relato
dando las gracias a Mariani: “estos amigos son
aquellos a quienes alegra el ojo, calienta la
sangre y rejuvenece el corazón. Vaya con Dios”
(Claretié, 1898, p. 30)21.
En 1900, Mariani publicó “Pervenche”,
escrita por Maurice Bouchor22
e ilustrada por Léon Lebèque. La historia
transcurre en 1350 y el título corresponde al
nombre de la joven protagonista. Ella vive
con su madre viuda en condiciones precarias.
La belleza de Pervenche despierta el deseo
de Guillaume, señor feudal de un pueblo de
Normandía y hombre muy poderoso. La joven
mantiene un romance con un honrado barquero
del Sena llamado Mangas Verdes por el color de
su blusa. Así las cosas, el barquero es retado por
Guillaume con la nalidad de ganar la mano de
Pervenche. El desafío consiste en que el joven
barquero lleve a Pervenche en brazos cuesta
arriba sin descanso hasta lo alto de una montaña.
En medio del camino, Mangas Verdes a pesar de
su entusiasmo y juventud, siente que no tiene
fuerzas sucientes para lograr su objetivo y,
por lo tanto, para lograrlo necesitará una ayuda
externa. En este relato podemos identicar
fácilmente características de los cuentos
populares y de hadas, nos encontramos frente
a personajes estereotipados que representan
el bien y el mal: por ejemplo, Guillermo
representa lo malo, a través del egoísmo, el
autoritarismo y la crueldad que ejerce sobre los
21 Traducción nuestra del original : “ces amis, ce sont ceux
auxquels il rend l’œil plus vif, le sang plus chaud et le cœur
plus jeune. Vaya con Dios”.
22 Maurice Bouchor (1855-1929) fue un escritor francés muy
vinculado a la literatura popular e infantil, conocido por su
poesía, teatro y colecciones de fábulas y cuentos. Jean-Paul
Sartre lo cita como uno de los primeros recuerdos de su
infancia: “Les Contes du poète Maurice Bouchor, récits tirés
du folklore et mis au goût de l’enfance par un homme qui
avait gardé, disait-il, des yeux d’enfant” (Les mots, 1964,
p. 23).
El vino de los incas: la visión francesa de la hoja de coca peruana en el discurso farmacéutico del siglo XIX
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demás, mientras que el narrador busca atraer
la simpatía de los lectores hacia la familia
empobrecida de Pervenche y el joven y humilde
trabajado Mangas Verdes. Este último personaje
explicita esta oposición cuando dice: “Con la
ayuda de Dios [...] molestaremos al diablo”
(Bouchor, 1900, p.7)23. La joven Pervenche
es la representación de la pureza y la belleza
simbolizadas por su nombre de or. Su rol
pasivo se hace evidente, ya que por un lado es el
trofeo de una disputa masculina y por el otro a
lo largo de la competencia es llevada en brazos
como un menor o un enfermo, y su participación
se limita al aliento que le da a Mangas Verdes.
Cuando el joven Mangas Verdes siente
que no tiene más fuerzas para seguir adelante,
recuerda un extraño encuentro que tuvo días
atrás en medio del Sena y pronuncia el nombre
del pequeño ser que con el que se entrevistó ese
día: “Angelo”. Un geniecillo aparece:
[Angelo] vertió en su boca las gotas de un
líquido carmesí, contenido en un pequeño
frasco de diamantes. De pronto le pareció
a Mangas Verdes que un torrente de vida se
derramaba por todo su cuerpo, y se sintió
lleno de tal vigor que apenas podía estarse
quieto (Bouchor, 1900, p. 25)24.
El geniecillo explica el origen de la planta
que es la base de esta bebida: “Crece en un país
que los más sabios de este reino desconocen. Se
llama Coca” (Bouchor, 1900, p 25)25. La historia
indica que la bebida no solo dio a Mangas
Verdes la fuerza necesaria para ganar el reto,
sino que también fue la causa de una fertilidad
extraordinaria: “por una inuencia secreta, hizo
que la joven pareja, en menos de cuatro años,
fuera padre y madre de seis hijos y seis hijas,
23 Traducción nuestra del original : “Avec l’aide de Dieu […]
le diable prendra ses peines”.
24 Traducción nuestra del original: “[Angelo] lui versa dans
la bouche quelques gouttes d’un liquide pourpré, contenu
dans une ole de diamant. Il sembla tout à coup à Manches-
Vertes, qu’un ot de vie s’épanchait dans tout son corps,
et plein d’une telle vigueur qu’il avait peine de se tenir en
place”.
25 Traducción nuestra del original: “Elle croît en un pays
dont les plus savants de ce royaume ignorent l’existence.
On l’appelle Coca”.
todos ellos muy robustos y robustas” (Bouchor,
1900, p. 27)26.
En “Pervenche”, Mariani aparece
directamente bajo la forma de un geniecillo o
un duende de cuatro o cinco pulgadas, y, como
decíamos anteriormente, su representación física
está jada en el imaginario cultural de la época.
Se le describe de la siguiente manera: “... su
larga barba blanca contrastaba con su rostro casi
juvenil, aunque debía de rondar los cincuenta
años” (Bouchor, 1900, p. 9)27. El encuentro
con Mangas Verdes se había producido en un
momento en que la vida del geniecillo Mariani
estaba en riesgo amenazado por los peces que
querían comérselo en las profundidades del
Sena. Se encontraba en este lugar realizando sus
investigaciones sobre las plantas con el objetivo
de “curar el sufrimiento humano” (Bouchor,
1900, p.10)28. La historia se sitúa en el siglo XIV,
Mariani está en París y, gracias a sus vínculos
con una diosa prehispánica, parece conocer las
propiedades de la planta de coca, pero indica
que aún no es el momento de revelar su secreto.
El geniecillo tendrá que dormir durante cinco
siglos antes de venir al mundo reencarnado para
mostrar el más preciado de sus descubrimientos.
Como en la imagen de Mucha, que veremos más
adelante, la ilustración de Lebègue nos muestra
a Mariani investigando, bajo la mirada benévola
de una deidad femenina que se maniesta como
una sirena.
4. Iconografía: templos y diosas
A manera de ejemplo, mostraremos dos
elementos importantes en relación con la
iconografía creada para apoyar a la empresa
Mariani. A partir de 1877, Albert Robida, que
ya era conocido como dibujante de La Vie
Parisienne, participó en el proyecto Mariani con
26 Traducción nuestra del original: “par une secrète inuence,
il rendit les jeunes époux, en moins de quatre ans, père et
mère de six ls et six lles, tous et toutes bien gaillards et
bien gaillardes”.
27 Traducción nuestra del original: “… sa longue barbe
blanche contrastait avec son visage presque jeune, bien qu’il
dût être au tournant de la cinquantaine”.
28 Traducción nuestra del original: “porter remède aux
sourances humaines”.
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Ilustración 1: Albert Robida, “El templo de la coca”, La Vie Parisienne, 31 de marzo
de 1877.
imágenes acerca de los benecios del vino con
hojas de coca.
Publicado el 31 de marzo de 1877 en La
Vie Parisienne29, podemos ver al centro de esta
página un monumento al vino Mariani titulado
29 La Vie parisienne, director-gerente Marcelin, París,
imprenta F. Debons.
“Templo de la Coca” con, a la izquierda,
individuos visiblemente enfermos y debilitados
entrando en el templo, y a la derecha, estos
mismos individuos saliendo curados y
restablecidos. Al pie de esta construcción
imaginaria se lee la explicación:
El arquitecto, en un arrebato de gratitud, ¡le
dio la forma de la botella de vino Mariani!
El vino de los incas: la visión francesa de la hoja de coca peruana en el discurso farmacéutico del siglo XIX
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Tantos devotos acuden a este templo de la
Coca; llegan delgados, cansados, anémicos,
mujeres débiles y lánguidas son transportadas
en camillas, enfermos convalecientes se
arrastran penosamente hasta allí, y todos
salen rejuvenecidos, de nuevo en pie y
bendiciendo las virtudes reconstituyentes y
curativas del vino Mariani preparado con la
Coca, la planta más tónica del reino vegetal
30.
Rodeando la imagen central, se observan
las viñetas en las que se representa a personas
en distintas situaciones de la vida cotidiana
francesa, ya sea en la ciudad o en el campo.
En todas ellas, nadie puede sobrevivir sin el
vino Mariani: la cantante para comenzar su
espectáculo, el hombre para hacer frente al
spleen, para tener éxito en un trabajo intelectual,
en una excursión y para culminar el reto de subir
a una montaña, para curar una mala digestión,
etc. Como es habitual en la prensa de la época, el
discurso predominante es el de la crónica diaria:
las situaciones más comunes se recogen desde
un punto de vista pedagógico o con una mirada
irónica, el objetivo es confrontar al lector con
sus problemas cotidianos y hacer de la prensa un
retrato o espejo de la sociedad.
Podemos ver en la segunda ilustración,
rmada por A. Robida, publicada en la misma
revista el 10 de noviembre de 1888, una
alegoría del vino Mariani basada en la fusión
de dos alegorías: el gallo como representación
de Francia y el indio, o más bien el Inca, como
representación de Perú. Este está sentado en un
trono en posición cómoda y parece tener en sus
manos una calabaza con bombilla utilizada en
algunos países de América del Sur (Argentina
y Uruguay) para tomar la infusión de la yerba
mate. El remedio contenido en la botella que
30 Traducción nuestra del texto original : “L’architecte, dans
un transport de reconnaissance, lui a donné la forme de la
bouteille de vin Mariani ! Que de dévots à ce temple de la
Coca ; ils arrivent maigres, fatigués, anémiques, des femmes
faibles et languissantes se font transporter en chaise longue,
des malades en convalescence s’y traînent péniblement,
et tous en sortent ragaillardis, remis sur leurs jambes et
bénissant le vertus réparatrices et reconstituantes du vin
Mariani préparé à la Coca, la plante la plus tonique de règne
végétal”.
vemos al fondo está formado por conocimientos
procedentes de la complicidad de este dúo
franco-peruano que ocupa el mismo trono que
“El Rey de los Anémicos Buenos” (título de la
primera imagen de esta página) y que contempla
un desle, una especie de carnaval, en el que
vemos a personas con diversas profesiones
(en el ámbito del arte, la política, etc.) que
son víctimas de las enfermedades modernas:
spleeníticos, nerviosos y adictos a la morna,
como podemos leer en la nota explicativa que
aparece debajo de la segunda imagen.
En la misma perspectiva alegórica, nos
referiremos a las dos imágenes que muestran
la relación entre Mariani y una deidad inca o
europea. Para vender los productos a base de
la hoja de coca no solo es necesario recurrir a
la ciencia, sino que el discurso cientíco se une
fácilmente con el esotérico de orden sobrenatural
en el formato publicitario. El exotismo de la
hoja de coca contribuye a resaltar estos dos
elementos: en cuanto al aspecto cientíco, en la
época de Mariano, se trata de una planta sobre
la que cientícos alemanes y franceses han
avanzado en la caracterización química de sus
componentes (especialmente la cocaína) y sus
efectos, y ya se utiliza ampliamente para aliviar
el dolor; en cuanto a la dimensión exótica,
existen testimonios, en los escritos históricos
de la conquista de América y en los relatos de
los exploradores europeos en Sudamérica, del
carácter sagrado de la planta en las culturas
andinas. Mariani reitera constantemente el
argumento del origen divino de la hoja de coca
en el Perú prehispánico, que podemos ver en las
dos últimas ilustraciones (3 y 4) a través de las
dos representaciones femeninas.
Esta divinidad femenina evoca a una sirena
de rasgos blancos más bien europeos, pero
cuyas plumas que decoran su cabellera y el
bastón símbolo de su poder tienen similares
tonalidades y naturaleza que aquellas que se
encuentran sobre la cabeza de quien representa
al pueblo indígena, lo que parece establecer
un primer vínculo de conexión entre ambos.
Ella representa, por lo tanto, atendiendo a la
descripción que aparece en la parte inferior
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Ilustración 2: Albert Robida, “Le roi des gentilles anémiques”, La Vie parisienne,
10 de noviembre de 1888.
del ache, en una divinidad inca: “Deidad inca
negando la coca a su pueblo”. La propuesta
de Mucha (1897) no solo insiste en el carácter
divino de la coca y de la bebida que la diosa
tiene en su mano derecha, sino que pretende
alejar la bebida de la práctica cotidiana del
pueblo, es decir, de los indígenas de acuerdo a
las coordenadas ideológico culturales europea
de entresiglos. A pesar de que la coca es una
planta sagrada concebida como tal y utilizada
desde la época prehispánica, se quiere, por este
procedimiento gráco, alejar su consumo del
pueblo llano y convertirla en una bebida de las
élites. Si esta tercera ilustración de la deidad niega
la coca a su pueblo (el pueblo andino peruano),
en la siguiente ilustración de Léon Lebègue31
podemos ver que la deidad se asocia fácilmente
31 Léon Lebègue (1863-1944), litógrafo, grabador, cartelista
e ilustrador francés. Al igual que Mucha, forma parte del
movimiento Art Nouveau.
El vino de los incas: la visión francesa de la hoja de coca peruana en el discurso farmacéutico del siglo XIX
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Ilustración 3: Alphonse Mucha, “Divinidad inca niega la coca a su pueblo”, París, Imprimerie
Champenois, 1897
Ilustración 4: Léon Lebègue, Pervenche, París, Maison d’édition Crété A. Corbeil
(impreso para Angelo Mariani), 1900, p. 10.
con el trabajo de exploración cientíca
de Mariani al que nos referimos cuando
comentamos el cuento “Pervenche”.
5. Conclusiones
La publicidad del vino Mariani se centra en
la imagen mesiánica de su creador. Mariani
es retratado como un erudito de ojos verdes y
aspecto afable, con una larga y cuidada barba
blanca. Esta imagen se imprimió, reprodujo
y adaptó en los grabados e ilustraciones que
encargó y patrocinó. Alrededor de esta imagen
se convoca a los amigos que componen la red
Mariani: pacientes-clientes, artistas, escritores,
celebridades bajo una misma etiqueta: “los
amigos de Mariani” que han triunfado y superado
dicultades gracias a una bebida singular.
El vínculo de Mariani con Perú es histórico y
exótico, por lo que se distancia de la actualidad
peruana. El interés de Mariani por la historia
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peruana se detiene en los albores de la República
del Perú para reivindicar que el arbusto de
coca forma parte de la bandera nacional, pero
se decanta por la época mítica de los incas: un
poderoso imperio donde la hoja de coca tenía el
valor que tenía el oro para los conquistadores
españoles.
Sin embargo, los sabios incas utilizaban la
hoja de coca de una forma particular que no
era adecuada para los europeos. Los modernos
experimentos químicos de Italia, Francia y
Alemania aportaron nuevas formas de utilizarla
y aprovechar sus benecios para la salud: las
propiedades asociadas al vino permitieron
sacar el máximo provecho de los componentes
de la planta. En la época del auge de los vinos
medicinales, el vino de los incas fue uno de los
que más éxito tuvo, al menos desde el punto de
vista comercial.
En los países productores de coca se está
produciendo actualmente un debate muy intenso,
dividido entre la erradicación de las hectáreas
de cultivo de coca y la industrialización. En
este contexto, Christophe Mariani (que no es
descendiente directo de Angelo Mariani, pero
es consciente de la importancia comercial de
su apellido) lanzó el nuevo “vino Mariani”
esta vez, sin embargo, se elaboró con hoja de
coca importada de Bolivia. El Gobierno de
Evo Morales, en marzo de 2017, promulgó la
nueva ley general de la hoja de coca, que ja
en 22 000 hectáreas el número de plantaciones
legales. Esta medida exige seguir trabajando en
su industrialización. Aún es pronto para saber
si esta asociación será fructífera para ambas
partes y si el público francés del siglo XXI
está dispuesto a consumir una bebida de coca
que ya no es un energizante, sino una bebida
recreativa. Gran parte de su éxito dependerá de
las herramientas de la publicidad, pero también
de la expansión del público consumidor a los
países productores y, por lo tanto, de la ruptura
de las relaciones de poder coloniales que
lamentablemente siguen existiendo.
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El vino de los incas: la visión francesa de la hoja de coca peruana en el discurso farmacéutico del siglo XIX
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Julio - Diciembre 2023
à vendre, le portrait d’homme de lettres,
entre réclame et biographie, Romantisme,
155, 37-50.
Conicto de intereses
El autor no incurre en conictos de intereses.
Rol de los autores
MCM: Conceptualización, Investigación,
Escritura-Preparación del borrador original,
Redacción-revisión y edición.
Fuentes de nanciamiento
Esta investigación no recibió ninguna
subvención especíca de ninguna agencia de
nanciación, sector gubernamental ni comercial
o sin nes de lucro.
Aspectos éticos / legales:
El autor declara no haber incurrido en aspectos
antiéticos ni haber omitido normas legales.
ORCID y correo electrónico
Mónica
Cárdenas
Moreno
monica.cardenas-moreno@univ-reunion.fr
https://orcid.org/0000-0002-6211-5706