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La Rosa, S. (2023). Tierra Nuestra, 17(2), 159-170. DOI. https://doi.org/10.21704/rtn.v17i2.2037
Julio - Diciembre 2023
cual se crea el 42.5% del tráco en páginas web
(Alvino, 2021).
Asimismo, Ipsos Perú (2021) señaló que los
adolescentes y los jóvenes son los que usan las
redes sociales a diario con mayor frecuencia.
Esto es corroborado por el Instituto Nacional de
Estadística e Informática (INEI, 2022), con la
armación de que la población peruana que usa
las TIC ha ido en aumento en lo que va de esta
nueva década. Además, INEI (2022) precisó
que el segmento de la población con mayor uso
de las redes sociales son los jóvenes adultos,
pues conviven y comparten lo cotidiano de sus
actividades. Sin embargo, al mismo tiempo,
se está reduciendo la relación interpersonal
presencial entre ellos, e incluso desarrollan
dependencia de aquellas. En la misma línea,
Vieira et al. (2022) señalaron que el 60% de
estudiantes de universidades privadas de Lima
Metropolitana permanecen más de tres horas al
día conectados a Internet y a las redes sociales.
Por otro lado, con respecto a la ansiedad,
Spielberger (1972) denió dos periodos
situacionales de la ansiedad: (a) como rasgo
permanente, es decir, una situación prolongada
ante los eventos percibidos como amenaza, y
(b) una ansiedad estado, caracterizada por ser
transitorio y que se activa únicamente en ciertas
circunstancias. Según Nieto (2021), aún no
existen cifras mundiales actualizadas sobre la
acentuación de las crisis en el bienestar de los
jóvenes. Sin embargo, el clima social familiar,
la autoestima, la resiliencia y el rendimiento
académico se relacionan signicativamente con
la ansiedad estado rasgo (Samamé et al., 2023).
En un sondeo a 8444 adolescentes y jóvenes, se
halló que el 27% sienten ansiedad, que a la vez
es un llamado para fomentar la intervención en
la juventud (Fondo de las Naciones Unidas para
la Infancia [Unicef], 2020).
En Brasil, Maia y Dias (2020), en grupos de
estudiantes de educación superior, observaron el
incremento en los trastornos de ansiedad y otras
afecciones. Al respecto, Nizama (2021) señaló
que, en el Perú, se han reportado personas con
quejas como dolores de cabeza, dicultad para
respirar, cansancio y hasta tos, con lo que se
advierte que una persona de forma inconsciente
convierte una afectación emocional en una
dolencia física. Además, en pospandemia, el
26% de personas padeció trastorno de sueño;
y el 23%, ansiedad o depresión. Por tanto,
se entiende que la ansiedad fue producto
del miedo, el duelo por la partida repentina
de los miembros cercanos, así como por la
inestabilidad económica y laboral (Ministerio
de Salud [MINSA], 2020).
Entre tanto, Castillo (2021) señaló que
el estrés no es una enfermedad, pero puede
desencadenar situaciones de ansiedad y
depresión. Por eso, los casos requieren de una
atención especializada y muchas veces en
paralelo al tratamiento farmacológico. Quevedo
y Ponce (2023) hallaron que cuanto mayor es la
puntuación de los estados de ánimo negativos
(ansiedad, tristeza-depresión, ira-hostilidad) de
los estudiantes universitarios, mayor es el nivel
de adicción a las redes sociales; y cuanto mayor
sea el puntaje de felicidad, aquel será menor.
Según El Peruano (2023), el aumento de
los casos de ansiedad se reejan después de
la pandemia y actualmente, con el Fenómeno
del Niño, se incrementaron al 64% en la zona
norte del Perú; incluso se aprecia el aumento del
19% por las lluvias y pérdidas económicas que
provocó el Niño Costero. De esta forma, el uso
indiscriminado de las redes sociales por parte
de los jóvenes estudiantes les genera adicción
y problemas psicológicos como la ansiedad o el
insomnio (Ochoa y Barragán, 2022).
En esta misma línea, Cardona-Arias (2015)
manifestó que, por las variadas exigencias
de responsabilidades que tiene el estudiante
de educación superior, este se encuentra
vulnerable a situaciones de estrés y ansiedad.
En esta perspectiva, es muy importante estudiar
la ansiedad en los jóvenes de educación
superior en un contexto donde la educación
aún está virtualizada. El estudio plantea como
problema general la siguiente interrogante:
¿cuál es la relación entre la adicción a las
redes sociales, la ansiedad estado y la ansiedad