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Velásquez, L. Tierra Nuestra, 18(2), 168-183. DOI. https://doi.org/10.21704/rtn.v18i2.2151
Julio - Diciembre 2024
su argumentación central: la relevancia de
los personajes artesanos asociados al mundo
popular y las clases desfavorecidas, tema
central, a su parecer, del drama de 1862. A partir
de ahí, ya tiene el campo libre para relacionar las
adversidades de los personajes principales del
otro drama con los atropellos sobre individuos
socialmente estigmatizados.11
A raíz de lo anterior, en segundo lugar,
oculta un elemento clave del teatro pereciano:
la condición social verdadera de Pablo,
protagonista de La industria…, y de Federico,
de El emigrado… Si bien el primero es hijo de
Lorenzo, un viejo artesano, este es en realidad
un trabajador en declive producto de las guerras
civiles, pero con recursos sucientes. Por eso,
pudo brindarle a su hijo una buena educación
para desmarcarse de los sectores más díscolos.
Así, en el drama se enfatiza su condición
progresista: la de ser un ilustrado emergente,
un arquitecto. El segundo es más difuso aún,
pues en ningún momento se reere su condición
social. Solo es fustigado por la protectora de
Constanza, su amada, debido a que no proviene
de la aristocracia. Esto ya desajusta los primeros
hilos sobre la propuesta de un autor disidente
por su apego a las clases populares.12
En tercer lugar, el error más llamativo es
el de la modicación de los argumentos. Para
ello es pertinente citar, en extenso, el párrafo
que contiene un extracto del resumen de El
emigrado español, hecho por Zevallos:
Es interesante observar que en El emigrado
español y Nurerdin-Kan la heroína es hija
de un caballero peninsular y está enamorada
del héroe, quien pertenece al proletariado
limeño o está asociado a los sectores
11 Estos juegos del libre uso y cambio de las tramas de las
cciones con que se trabaja también los ha repetido Johnny
Pacheco (2020, 00:41:19 en adelante) al mencionar, en el
conversatorio, que el conicto entre los “mataperros” y
los chinos es una revuelta. No hay un movimiento social,
embrionario o no; lo que se escenica es el ataque, a modo
de violenta travesura, de muchachos afrodescendientes
sobre los colonos asiáticos.
12 Daysi Saravia, en su intervención de enero de 2021, armó
que “Trinidad Manuel Pérez […] es un autor que a diferencia
de otros escritores peruanos nos presenta una visión mucho
más humana y crítica” (00:56:16 en adelante). Esta es una de
las múltiples armaciones condicionadas y muy discutibles
que la comunidad crítica ha repetido histéricamente, debido
a la confusión generada por la investigación de Zevallos.
desprotegidos. En efecto, Federico es
hijo de don Diego y doña Luisa, pareja de
ancianos cuya condición social se asemeja a
la de los artesanos de la Lima decimonónica.
Asimismo, ambas jóvenes son hijas13 de un
caballero peninsular, asociado a una enorme
dote y son poseedoras de una envidiable
belleza, además de ser pretendidas por
hombres maduros cuya intención es su
herencia económica. (p. XL)
Un resumen podría omitir o describir
exageradamente hechos anodinos. Empero,
ese no es el problema en este caso, sino el
cambio abrupto del argumento para forzar
un planteamiento. En la verdadera trama del
drama de Pérez, 1) Federico no pertenece ni
se relaciona con ningún grupo proletario, no se
expresa nunca su origen, solo se sabe que trabaja
y que carece de fortunas; 2) este personaje no
es hijo de Diego y Luisa, estos son protectores
de Constanza, amada por Federico; 3) la pareja
mencionada antes no se puede asociar a ninguna
clase popular, pues se maniesta que tienen
medios para vivir cómodamente e incluso Luisa
se jacta de su linaje aristocrático; 4) “ambas
jóvenes” son Constanza y Carolina, pero la
segunda no es hija de Fernando, el “Emigrado”,
sino solo la primera; 5) Carolina no es pretendida
por nadie; está coaccionada, en realidad, por
el antihéroe Pedro, debido a la herencia de su
fallecida madre.14
De los dos dramas de Trinidad Manuel Pérez,
El emigrado español es el que más se diferencia
de Nurerdin-Kan. La única coincidencia es que
las dos jóvenes protagonistas son hijas de un
español; pero en este punto marcan derroteros
opuestos, que no se subrayan en el estudio
introductorio de Zevallos, pero sí en su tesis.15
13 Mención aparte merece el descuido editorial del estudio
introductorio de la publicación de 2020. La estrategia
del recorte sin revisión y reacomodación argumental ha
permitido que se ltre una gran cantidad de vacíos de este
tipo. Acá se reere a Constanza y Carolina, aunque no son
hermanas, como se explica más abajo.
14 Y podríase continuar enumerando más. Por ejemplo, en
la presentación de su estudio introductorio, Zevallos (2020)
señala que don Fernando retorna tras enterarse de la muerte
de su hermano (p. XV). En realidad, el “Emigrado” regresa
por su hija; quien regresa por su hermano es Gustavo, pues
piensa que Federico ha muerto.
15 Resulta llamativo que el investigador describa las
coincidencias y diferencias, pero que no rescate ninguna