Dietas artificiales en la crianza de la Abeja Melífera, Apis mellifera L.
DOI:
https://doi.org/10.21704/ac.v73i1.863Keywords:
Apis mellifera L., abeja melífera, dietas artificialesAbstract
Con el objetivo de determinar la mejor dieta artíficial en la crianza de la abeja melífera, Apis mellifera L. se realizó el presente estudio en la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM), Lima, Perú, en un periodo invernal, se utilizaron cuatro dietas artificiales, en núcleos de abejas Apis mellifera L., el diseño estadístico fue un diseño de bloques completamente al azar, con cuatro repeticiones. Se utilizaron 5 tratamientos, cuatro con la dieta artificial y un testigo sin dieta. Las dietas artificiales fueron: jarabe de sacarosa, pasta alimenticia formulada con polen + jarabe de sacarosa, pasta alimenticia formulada con harina de soya + jarabe de sacarosa, y pasta alimenticia formulada con harina de haba + jarabe de sacarosa. Cada 10 días se suministró 1 litro de jarabe y 100 gramos de pasta alimenticia a cada colmena tratada. Se evaluó el consumo de pasta alimenticia, el número de huevos, larvas, y pupas, así como la densidad poblacional de adultos. El consumo de pasta se registró 4 días después de su suministro. Los otros parámetros se registraron antes de iniciado el proceso de alimentación artificial (0 días), y a los 30 y 60 días después de aplicados los tratamientos. Se encontró que la pasta alimenticia bajo cualquiera de sus formulaciones es consumida ávidamente y por igual por las abejas obreras lo cual, a su vez, determinó alta población de abejas en las colmenas. La pasta formulada con soya o polen influyeron positivamente en el número de huevos en la colmena, en tanto que la pasta con haba o polen influyeron positivamente en el número de larvas, habiendo influido positivamente las tres formulaciones de pasta alimenticia en el número de pupas. Las colmenas que no fueron sometidas a alimentación artificial o aún aquellas que solamente recibieron jarabe de sacarosa solamente, experimentaron una fuerte disminución de sus poblaciones en los diferentes estados de desarrollo que determinaron la muerte o enjambrazón de las abejas.
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